El entretenimiento clásico nunca pasará de moda. Después de un año cargado de novedades para las videoconsolas del momento, llega la hora de hacer balance entre la gran cantidad de proyectos lanzados al mercado y lo que realmente importa: el nivel de entretenimiento que han sido capaces de proporcionar. Y es que, los juegos tradicionales no entienden de modas.

Gran parte de culpa, en este caso, la tienen los chicos mallorquines de PlaySpace, que adaptaron a las redes sociales hace unos meses el popular juego del Parchís dando el salto, además, a las plataformas de Apple y Android.

El resultado ha sido asombroso, convirtiéndose rápidamente en el Parchís más jugado del mundo, con más de 400.000 jugadores, lo que demuestra, una vez más, que las tendencias en el sector del entretenimiento digital no están marcadas por tecnologías ultra realistas ni sensores de movimiento. Pero después de la gran aceptación del juego indio, ahora el equipo ha volcado esfuerzos en otro de los grandes clásicos de tablero: el dominó.

El arte del dominó es sencillo de aprender, pero complicado y divertido de dominar. Con un total de 28 fichas rectangulares divididas en dos, cada parte con una cifra determinada, el objetivo es quedarse sin piezas o tener, una vez cerrada la partida, el menor número de puntos posible. Es decir, fácil sobre el papel, pero difícil en la práctica.

Se empieza a jugar con siete fichas en partidas que comprenden hasta cuatro usuarios, como en un tablero físico. Abrirá el juego aquel que tenga la ficha doble de mayor puntuación. A partir de aquí, hay que estar atento a los dos extremos del tablero para preparar la mejor estrategia e ir colocando fichas con el mismo valor, teniendo en cuenta que si no se tiene ninguna ficha con la que seguir, tocará robar o pasar turno.

La estrategia de los grandes jugadores de dominó reside en saber qué piezas están sobre la mesa e intentar situar cuáles tienen los contrarios, para cerrar apresuradamente el juego y evitar que hagan lo propio en contra.

Las reglas del juego se mantienen y se respetan a pesar de estar frente a una adaptación digital, algo que agradecerán los puristas de la fórmula tradicional. Pero sin duda, una de las grandes virtudes que ofrece este dominó es su componente social, que como en el Parchís de la desarrolladora española, se potencia para crear una experiencia cercana al usuario, manteniendo ritmo en las partidas a alto nivel, sin problemas ni largas esperas.

Simplemente con un par de clics se puede jugar al dominó de manera completamente gratuita, ya sea en el ordenador o en los dispositivos Apple o Android, mediante sus aplicaciones específicas. Pero lejos de quedarse como un juego de dominó en línea, la plataforma también ofrece extras para los más dedicados al asunto. Se puede crear un perfil propio, conseguir las jugosas monedas que están repartidas a lo largo de la página y apostar en cada partida, si se es lo suficientemente diestro, claro.

También se puede hacer uso de dos potenciadores, el Dominómetro: un potenciador que permite al jugador contar las fichas que hay en la mesa colocadas de cada número de forma rápida para mejorar la estrategia de juego; y Mejor Opción: un potenciador que indica cuál es la mejor ficha para colocar en la mesa a modo de ayuda.

Si los chicos de PlaySpace ya demostraron que el Parchís tiene cabida dentro de las nuevas tecnologías, la desarrolladora se vuelve a empeñar en demostrar que los juegos tradicionales nunca están de más. Además, no importa desde donde se juegue, pues la cuenta seguirá sumando puntuación, experiencia y monedas al perfil, lo que permite llevar el juego a cualquier lugar.