El movimiento antivacunas, que defiende que estos fármacos provocan enfermedades o trastornos como el autismo, es el "bulo más grave" y "peligroso" de la sociedad actual, un "pensamiento irracional que carece de base científica" pero que puede determinar la vida o la muerte de una persona.

Así lo ha señalado hoy el escritor y divulgador científico Mauricio-José Schwarz en una entrevista con Efe en la que ha hablado de su último libro: "La izquierda Feng-Shui" (editorial Ariel), una obra que analiza el éxito y la historia de las pseudociencias.

"Muchas de las creencias actuales, son apoyadas por miles de personas pero no tienen base científica, algo profundamente peligroso", advierte el escritor.

Hace pocos días, en un programa de radio, el presentador Javier Cárdenas vinculaba nuevamente vacunas y autismo, una creencia basada en un estudio fraudulento publicado en 1998 por el médico británico Andrew Wakefield quien posteriormente perdió su licencia médica.

La afirmación de Cárdenas fue contestada por la Organización Médico Colegial y por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria que calificaron los comentarios del periodista de "irresponsables" e "ignorantes".

Para Schwarz, hacer afirmaciones de este tipo va más allá de la libre expresión: "cuando se hacen afirmaciones como éstas hay que sustentarlas con hechos porque la libre expresión no da derecho a mentir ni timar. Los estafadores no pueden aducir libre expresión".

"Y Cárdenas ha dado una información demostrablemente falsa y debe responsabilizarse por ello".

Pero por encima de Cárdenas está Josep Pamiès, que "es el personaje más peligroso en España actualmente", según Schwarz.

"Este señor está poniendo en peligro la salud pública de una manera muy grave" con afirmaciones como que él puede curar el ébola (entre otras muchas enfermedades como el cáncer, la hepatitis B o la esclerosis) pero que las farmacéuticas "no le dejan". La gente como Pamiès "vende mensajes muy sencillos, muy accesibles", algo peligroso y fácil de comprar.

En realidad, agrega Schwarz, embaucar es fácil: "Si tienes cáncer y te dicen 'voy a curártelo', te suena a música celestial, y si vas a un oncólogo con 30 años de experiencia te dice tienes un 80% de probabilidades de vivir diez años más. No es lo que esperas oír", esa es la clave de las pseudociencias: su componente emocional.

Por eso, creer en curanderos, en terapias místicas, y en modas alimenticias "es independiente del nivel cultural de un individuo. Es un estado emocional y cuando una persona está emocionalmente frágil presta atención a cualquiera que se la de". No obstante, para Schwarz poner coto a estas "charlatanerías" es sencillo, solo hacen falta: divulgación y legislación.

"Nuestro mayor problema es que no educamos en ciencia. Todo el mundo sabe de fútbol pero no entendemos la ciencia" y, además, el contexto actual de recortes a la ciencia no ha ayudado: "Cuando no hay dinero invertir en divulgación es muy difícil. Pero necesitamos más divulgación, más investigación y más educación".

Y es que, "cuando vas a un instituto y les explicas la ridiculez de algo, cuando logras que se rían de algo patentemente bobo como un timo, se dan cuenta y adquieren una actitud crítica que, en el futuro, les enseñará a distinguir entre los que les quieren salvar o engañar".

Sobre la legislación, Schwarz considera que la homeopatía, por ejemplo, debería estar regulada o prohibida porque es incomprensible que a las farmacéuticas se les imponga unos criterios de seguridad nacionales, comunitarios tan exigentes y, al mismo tiempo, las farmacias vendan toda clase de productos sin garantía: "es tan absurdo como vender billetes a Bruselas en alfombra, 'pero si las alfombras no vuelan, ah, se siente!'. Que haya homeopatía en las farmacias es igualmente absurdo", ironiza.

Para el divulgador, el problema es que hay una mezcla de "dejadez cómoda del Gobierno" y una "concesión popular": porque casi el 80% de los españoles cree en la homeopatía, advierte.