Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

27 | Viernes El cortijo

Se ha vuelto cortijera. No es que no lo fuera ya: a su exjefe de filas se le conoce popularmente como el dueño del cortijo y ella frecuentaba mucho la finca cantora de su mentora, valga la rima. Pero es que ahora ha hecho el petate y se ha instalado por sus fueros en cortijo ajeno. Es hermoso, limpio, amplio, tanto que alberga bodorrios y eventos de guardar. Dicen, cuentan, sus excompañeros de cortijo (del televisivo) que Raquel Bollo ha entrado en el cortijo (el encalado) como elefante en cacharrería. Que se ha autoproclamado dueña y señora, que ha despachado a parte del servicio, que ha plantado allí sus reales, y sus batas de cola, y sus fotos y sus cosas. Y, sobre todo, que ha llenado el cortijo de discos de la Pantoja, que allí ya no suena otra cosa, ni se cocina otra menú que no sea el pollo a la ídem. Sin la piel, ahora que Kiko se ha afinado la cintura. Tan fuerte le ha dado a la Bollo con el cortijo y el cortijero que según algunos ya está pensando en boda. El cortijo ya lo tienen, eso que llevan adelantado, y la marcha nupcial: Se me enamora el alma o cualquier otra. Quítate el top, hit del dj hijo, resulta menos adecuado. Para el entorno.

Compartir el artículo

stats