Un joven ruso que subió un vídeo jugando al Pokémon Go en una iglesia ortodoxa en Rusia podría ser condenado con hasta cinco años de prisión.

Ruslán Sokolovski quedó ayer en arresto domiciliario, después de que la Audiencia de la región de Sverdlovsk, en los Urales, aceptara un recurso para modificar la medida cautelar.

"A Sokolovski le conmutaron la prisión preventiva por arresto domiciliario", confirmó a la agencia Interfax Pável Chíkov, líder de la organización pro derechos humanos "Agora".

La nueva medida cautelar regirá hasta el próximo 1 de noviembre, periodo en cual Sokolovski, de 22 años, tendrá prohibido utilizar teléfonos y otros medios de comunicación, incluido internet.

Sokolovski fue condenado a dos meses de arresto administrativo el pasado 3 de septiembre tras colgar un vídeo en su canal Youtube en el que se le ve jugando al Pokémon Go en el interior de la catedral de Yekaterimburgo, capital de los Urales.

El Comité de Instrucción (CI) de Rusia acusó formalmente al joven de instigar al odio y atentar contra la libertad de credo, delito que se castiga con hasta cinco años de prisión.

El CI (órgano investigador penal) subrayó que el motivo del procesamiento no se reduce al incidente con el Pokémon Go, sino que también obedece a varios vídeos grabados por Sokolovski, de claro contenido extremista según los investigadores.

Además, Sokolovski afronta cargos por tenencia de equipos técnicos para la captación de información de manera secreta, entre los que figura un bolígrafo espía.

La diócesis ortodoxa de la ciudad donde se encuentra el templo acusó al joven de "blasfemia". Según el clero, la gravedad de los actos de Sokolovski se acentúan por el hecho de que los cometió en el templo erigido en el lugar en el que en 1918 los bolcheviques asesinaron al zar Nicolás II y su familia.