El texto esta firmado por Santos Cirujano, del Real Jardín Botánico, y Miguel Álvarez Cobelas y Salvador Sánchez Carrillo, del Centro de Ciencias Medioambientales de Madrid, miembros del Grupo de Investigación del Agua del CSIC.

Estos científicos recuerdan que la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda no es solamente el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, sino un conjunto de humedales de muy diferentes tipos, entre ellos las Lagunas de Ruidera, que siguen teniendo un valor ambiental indiscutible.

Algunos de estos humedales, aseguran, han desaparecido en los últimos años o están bastante degradados, otros están bien conservados y algunos pueden recuperarse en un corto espacio de tiempo.

Por este motivo, argumentan que, si se retira la calificación de Reserva de la Biosfera, "hay que ser conscientes de que se retira para todos estos humedales, muchos de los cuales no dependen directamente de los sobreexplotados acuíferos 23 y 24".

Recuerdan que desde hace años se viene demandando un Plan Especial para abordar la racionalización del uso del agua en el territorio del Alto Guadiana "y ahora que se aprueba -señalan en alusión al Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG)- tras un notable esfuerzo de la Confederación Hidrográfica, se pide desde las organizaciones esta revisión".

Añaden que lo más adecuado sería demandar y concretar el seguimiento serio de dicho Plan y establecer las medidas correctoras cuando sean necesarias.

"Afirmar de forma gratuita que el PEAG no va a funcionar, como se desprende de la solicitud de descatalogación, parece poco serio y carente de lógica, si tenemos en cuenta que no existen datos que justifiquen esta afirmación", sostienen los científicos.

Recuerdan que manifestaciones similares se realizaron cuando se puso en marcha el Plan de Regeneración Hídrica de Las Tablas de Daimiel en los años 80 que, entre otras actuaciones, contemplaba el trasvase de agua procedente del acueducto Tajo-Segura.

De no haber existido este Plan, afirman, "el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel hace años que habría dejado de funcionar como zona húmeda".

Por ello, instan a no cometer los mismos errores y, aunque reconocen que Las Tablas están en una situación lamentable, las ven recuperables, "eso si, si se actúa de forma seria y continuada basándonos en la información existente, que es abundante".

Recuerdan que las circunstancias actuales son muy diferentes a las que se daban para este Parque Nacional en los años 50, cuando estaba perfectamente conservado y, por otra parte, "era un lugar inhóspito donde el paludismo fue enfermedad endémica".

Ahora, insisten, "tenemos un ecosistema bien diferente, en un entorno también modificado, con unos núcleos de población y unas demandas de agua que nada tiene que ver con la situación de mediados del siglo XX".

Por eso se preguntan si lo que se debe hacer es considerar la posibilidad de eliminar una gran parte de la población que vive en el territorio del Alto Guadiana o tratar de buscar las soluciones que permitan que estos humedales sigan existiendo, manteniendo sus valores naturales.

Para estos científicos, implicarse en la recuperación de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda "conlleva riesgos, interrogantes y mucho trabajo, pero el objetivo final -afirman- es mantener vivos los humedales manchegos".