En concreto, España sólo tiene una participación en las exportaciones mundiales de alta tecnología del 0,6%, por detrás de un total de doce países encabezados por Alemania y Francia, que aportan el 7,9% y el 4,86%, respectivamente.

A continuación se sitúa el Reino Unido, con el 4,68% de las exportaciones mundiales de productos de alta tecnología, seguido de los Países Bajos (4,52%), Irlanda (1,78%), Italia (1,42%) y Bélgica (1,30%).

Los últimos puestos los ocupan Letonia, con el 0,01% del total, Bulgaria (0,02%), Lituania (0,02%), Chipre (0,03%), Estonia (0,04%) y Eslovenia (0,05%).

Por otro lado, las exportaciones españolas de tecnología avanzada sólo suponen el 5,7% del total nacional, mientras que en otros países, como Luxemburgo, este tipo de productos acumulan el 38% de las exportaciones totales.

Asimismo, en países como Irlanda, Finlandia, Reino Unido y Países Bajos, los productos de alta tecnología tienen un gran peso en el montante global de las exportaciones, ya que suponen el 28,5% del total, el 22,1%, el 22,1% y el 20,3%, respectivamente.

En cambio, en línea con España se sitúan países como Bulgaria, donde sólo el 2,9% de sus exportaciones son de productos de alta tecnología, Rumanía (3,1%) y Polonia, Lituania y Letonia, todas ellas con un porcentaje del 3,2% sobre el total.

Según el IEE, durante los últimos años, el comercio mundial de estos productos ha crecido notablemente, sobre todo en la UE, que en 2007 lideró las exportaciones mundiales de alta tecnología, con un 17,2% del total.

Le siguió EE.UU., que ocupó el segundo puesto, con el 16,6% de las exportaciones de productos de alta tecnología; China, con un 15,1% del total, y Japón, con el 8,8% del total mundial.