Lo normal nunca fue con Charlie Kaufman. Lo suyo es ser una singularidad, un lugar en el universo cinematográfico donde las leyes que rigen para el séptimo arte se rompen. Con "Anomalisa", un título que hace justicia a su manera de ver el mundo, su pensamiento original deslumbra una vez más, tras historias como la de "Cómo ser John Malkovich", "El ladrón de orquídeas", "Olvídate de mí" o "Synecdoque, New York".
En esta película animada (lo contrario de lo que ocurre a su protagonista) incluso la técnica ("stop-motion") y el formato parece elegido para hacer pensar hasta qué punto somos marionetas. "Anomalisa", financiada con crowdfunding, aborda de una forma profunda y bastante despiadada la identidad y el amor, concebido como combustible que mantiene encendido el motor de la vida y lo hace funcionar más allá de la pura existencia mecánica.
