Ya llega José Andrés de Ourense capital, menudo colocón que trae el subnormal". Es parte de la letra de "Botellón", una de las canciones destacadas del cuarto álbum en solitario del músico vigués Miguel Costas. El que fuera líder de Siniestro Total -aunque él quiere dejar atrás ese apelativo- vuelve hoy a la carga con "No me cuentes tu vida" (Warner Music), un nuevo trabajo de quien lleva tres décadas de carrera musical haciendo bandera de la iconoclastia.
La corrección política no va con Costas: "Llamar al forense es cosa habitual, se traga la botella, será homosexual", prosigue la letra de "Botellón", que tiene visos de convertirse en himno etílico, mal que les pese a las autoridades sanitarias y sus advertencias.
"Hay varias canciones con este título -dice Costas sobre "Botellón"-, una de ellas de Moncho Alpuente. La nuestra está basada en "Roll on", de [la banda australiana de punk rock] The Living End".
El autoproclamado "mejor cantante del mundo" admite que la del botellón es "una moda no muy sana pero muy extendida", y resume así su impacto socioeconómico: "Los colmados chinos y los súper de barrio tan contentos, los bares no tanto; o cómo no acordarse de nada después de veinte minutos".
El primer sencillo de "No me cuentes tu vida" fue "De palisandro", canción que hace referencia a la madera del diapasón de su guitarra: "Noble como el público al que cantamos y por el que seguimos aquí".
