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Superhéroes de barrio

El héroe es un icono fundamental en la historia de los cómics desde que en los años veinte del pasado siglo se generalizasen las historietas de aventuras y acción. Dos obras recientes disertan sobre su papel en las viñetas

El cómic "¡García!" (Santiago García y Luis Bustos, ediciones Astiberri) y la serie "Ojo de halcón" (Matt Fraction, David Aja y otros autores, Panini cómics/Marvel) tienen dos personajes femeninos que comparten, curiosamente, una cualidad: ambas gustan de usar la bicicleta para trasladarse. La simetría es anecdótica pero refleja perfectamente el papel del sidekick, el "compañero" o ayudante del héroe principal. Las dos mujeres (la sustituta de Ojo de Halcón Kate Bishop; Antonia, la periodista que investiga la reaparición del héroe García) son una versión moderna de ese icono secundario. En el caso de Antonia su función de socia está en construcción en este primer tomo. Kate lo ha abandnado. Pero ambas, Antonia y Kate, representan la válvula de escape para esa olla a presión que siempre son los relatos heroicos en sus nudos principales. Ojo de Halcón nos presenta la versión lumpen del Vengador en su entorno (una comunidad de vecinos llana, acosada por pequeños mafiosos). García es una suerte de renacer contemporáneo de un viejo héroe falangista al más puro estilo Roberto Alcázar.

Volvamos a la bicicleta. Frente a los gadgets y altas tecnologías que suelen rodear a los héroes, el humilde ciclo expresa ligereza como lo hace el humor que Kate y Antonia destilan. Fraction y García dan lecciones de conocimiento profundo de los mecanismos del relato heroico, solo con fijarnos en estos pequeños detalles en los personajes "B" de sus ficciones.

Si acudimos al análisis de los actores principales, por descontado que la riqueza de la mirada sobre ellos es igualmente reveladora. Ojo de Halcón es el antihéroe en sus maneras y logros. Pero su espíritu de abnegación y amor a sus vecinos convierte sus torpezas en actos de renuncia heroica, sacrificios en pro del grupo social que defiende con sus flechas de alta tecnología. García es el Capitán América de nuestra intrahistoria-de-tebeo. El héroe franquista plano y valiente que resucita tras una larga hibernación en un presente distópico pero lleno de referencias a nuestro momento actual.

"Ojo de Halcón" y "¡García!", así, proponen dos miradas, sobre los tebeos de superhéroes de toda la vida y sobre los cuadernillos de aventuras españoles de la dictadura. Y arriesgan por la capacidad de pervivencia de ambos modelos en 2015.

Fraction y David Aja en Marvel lo tienen más difícil. Su apuesta es demostrar que esa editorial-franquicia todavía puede merecer la pena, y por eso el tebeo del arquero es una mezcla de diseño de vanguardia y espíritu setentero. "¡García!" tiene otro punto de partida, su empeño puede ser demostrar que aquellos iconos apolillados, fachas y de una pieza -pero realizados artesanalmente con cariño y capacidad serial ad infinitum, recordemos que "Roberto Alcázar y Pedrín" vivió desde 1941 hasta 1976- pueden retomarse para reivindicar un pasado que nos legó tipos y prototipos icónicos. La obra de García y el dibujante Luis Bustos ofrece a mayores un retrato de la España de hoy en reflejo con la de ayer que eleva su discurso muchos puntos.

Ambos cómics ofrecen un apartado gráfico de campanas. Luis Bustos crea una obra dinámica donde da un do de pecho en su capacidad para el detallismo. David Aja sigue siendo un titán del diseño de página y del ritmo interno del relato, y en el cuarto volumen de "Ojo de Halcón" -que cierra la serie-, se acompaña de una eficaz Annie Wu, que hace un aceptable trabajo.

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