Tras cuarenta años de democracia y más de treinta en la Unión Europea, la situación del sistema teatral en España, pese a muchos avances, es deficitaria. La precariedad, la inestabilidad, o la invisibilidad, son adjetivos que definen las dinámicas del campo y limitan de forma muy notable el acceso de la ciudadanía, pero también dificultan el pleno desarrollo de campos profesionales que en toda Europa gozan de legitimidad y prestigio. Este volumen propone una forma diferente de entender la política teatral, para ponerla al servicio del desarrollo del sistema.