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Simón Díaz García: "Es posible que el futuro de la humanidad sea abandonar la Tierra"

"No es frecuente encontrar planetas en estrellas cercanas, por eso el descubrimiento de tres exoplanetas candidatos a albergar vida es realmente impactante"

Simón Díaz, en Finlandia, cerca de Universidad de Oulu, donde trabaja. // Ashees Nigam

Simón Díaz García, de 29 años, doctor en Astrofísica e investigador en la Universidad de Oulu, en Finlandia, es un cazador de galaxias. Este astrónomo observacional está especializado en el estudio de esas colecciones de millones o billones de estrellas que componen los "ladrillos básicos" del universo. "En concreto, me centro en galaxias cercanas, con distancias menores a 150 millones de años luz", precisa. La investigación de este joven licenciado en Matemáticas por la Complutense de Madrid -además de máster en Física y Matemática en la Universidad de Granada- también se centra en la cantidad de materia oscura que albergan las galaxias.

-¿Qué es la materia oscura, para qué sirve?

-No tengo ni idea de lo que es, ni creo que exista astrofísico que lo sepa. Pero sí sé para qué sirve. Fundamentalmente, nos permite entender la dinámica de las galaxias. Uno de los descubrimientos más enigmáticos de la segunda mitad del siglo XX es nuestra incapacidad de explicar la velocidad a la que rotan cierto tipo de galaxias basándonos exclusivamente en las luminosidades medidas y en las leyes de la Física. Tampoco podemos explicar los movimientos de las galaxias cuando se agrupan formando cúmulos. La explicación más extendida es la de la existencia de materia que actúa gravitacionalmente, pero no emite ninguna luz. Esta masa invisible es comúnmente llamada materia oscura.

-¿Cómo sabemos que realmente existe?

-No lo sabemos a ciencia cierta, y existen reputados astrónomos que mantienen que la materia oscura es un cuento chino. El premio Nobel de Física de 2011 fue concedido a los astrónomos Perlmutter, Schmidt y Riess por probar la expansión acelerada del universo mediante la observación de supernovas (explosiones estelares) en galaxias lejanas. Para explicar esta expansión acelerada es necesario invocar la energía oscura, que actúa como fuerza repulsiva. De lo contrario, uno esperaría una deceleración de la expansión del universo a medida que el impulso del Big Bang, el gran estallido que dio origen al cosmos, se atenúa.

-Hay expertos que dudan de su existencia. El último, el físico teórico holandés Erik Verlinde, experto en teoría de cuerdas.

-Verlinde propone una teoría física de la gravedad actualizada, invocando la llamada fuerza entrópica. Cuestiona la validez de la famosa ley de la gravitación universal de Newton en las regiones del universo donde la gravedad es débil. Verlinde no es el primero en descartar la existencia de materia oscura, y en proclamar la inexactitud de los modelos físicos de gravedad newtonianos al nivel de galaxias y cúmulos de galaxias.

-¿Le interesa la búsqueda de nuevos planetas fuera de nuestro sistema solar?

-Estoy fascinado por la caza de exoplanetas y la búsqueda de vida extraterrestre, así como por la exploración espacial. Sin embargo, el problema que más me preocupa es el hecho de que atentemos diariamente contra nuestra raza y nuestro planeta. Suscribo la frase de que no tiene sentido buscar vida inteligente fuera de la Tierra si no la encontramos en nuestro propio planeta.

-Hace unas semanas la NASA anunció el hallazgo de un nuevo sistema, a 40 años luz, con siete planetas del tamaño de la Tierra y tres en el área donde podría haber vida. ¿Es realmente tan importante?

-Quiero aclarar que yo no soy un experto en exoplanetas, pero es una noticia francamente interesante, aunque en la NASA siempre son un poco peliculeros con los anuncios. No es tan frecuente encontrar planetas en estrellas cercanas, por eso el descubrimiento de tres exoplanetas candidatos a albergar vida es realmente impactante. La distancia de estos planetas a la estrella posibilita la existencia de agua en forma líquida. Son, además, candidatos perfectos para estudiar sus atmósferas en detalle. Esta investigación se llevó a cabo con telescopios terrestres en todas las partes del mundo, incluyendo Canarias, y con el telescopio espacial "Spitzer", que yo utilicé para mi tesis doctoral sobre galaxias.

-¿Tendremos que acostumbrarnos a un "goteo" continuo de exoplanetas candidatos a tener vida?

-Sin duda. Desde los años noventa, con la mejora en las prestaciones de los telescopios, el descubrimiento de exoplanetas no ha hecho más que crecer. El futuro es prometedor, máxime con la llegada de la nueva generación de telescopios en tierra, como el telescopio de 30-m TMT (Thirty Meter Telescope), y en el espacio, como el James Webb Telescope. Este último estará operativo a partir del próximo año. El TMT dispondrá de un espejo primario de 30 metros. Revolucionará la astronomía. Por comparación, el mayor telescopio óptico del mundo hoy es el Gran Telescopio de Canarias, cuyo espejo mide 10 metros. El TMT estaba planificado en la montaña de Mauna Kea, en Hawai. Al ser una montaña sagrada, los nativos protestaron y consiguieron cancelar el proyecto. Como alternativa se eligió la isla de La Palma, en Canarias, así que ¡benditos sean los dioses hawaianos!

-Una cosa es localizar planetas candidatos a contener vida, pero eso, a la postre, no quiere decir que pueda haber un "contacto" con vida alienígena. Por lo pronto, las distancias de años luz lo impiden. ¿Hasta qué punto estamos "infectados" por la ciencia ficción en ese punto?

-El salto interestelar a velocidades supralumínicas sigue siendo parte de la ciencia ficción. Viajar a velocidades superiores a la de la luz es imposible de acuerdo a las leyes de la Física. Pero creo que fue Julio Verne el que dijo aquello de que "No hay obstáculos imposibles, sólo hay voluntades fuertes y débiles".

-¿Es usted aficionado al género? ¿Ha imaginado cómo podría ser uno de esos contactos con alienígenas ?

-Sí, soy aficionado a la ciencia ficción. Este año releí la trilogía "Fundación" de Isaac Asimov, y no dejé de sorprenderme sobre los paralelismos entre la sociedad galáctica del futuro atisbada por el autor y los atributos de la nuestra actual. Si contactáramos con civilizaciones extraterrestres a corto plazo, sería porque ellos lo propiciasen, usando una tecnología muy superior a la nuestra. Por otra parte, no parece descabellado pensar que el destino de la humanidad es abandonar la Tierra, más aún si tenemos en cuenta el maltrato al que sometemos a nuestro planeta diariamente. El sistema solar se formó hace unos 4.500 millones de años y desde la Revolución industrial ya hemos logrado cargarnos una parte de la capa de ozono. Aprovecho para decir que yo no creo en "expedientes X" ni en contactos previos con alienígenas, que parecen tener cierto crédito en una pequeña fracción de la sociedad.

-No hay pruebas científicas, claro.

-He coincidido con cientos de astrónomos en conferencias internacionales que observan el cielo día y noche en todas las longitudes de onda, desde rayos gamma y X, pasando por la luz ultravioleta y visible, terminando en el infrarrojo, las microondas y la emisión de radio. Ninguno de ellos ha visto en su vida un UFO o un extraterrestre, pero en todo los pueblos de España y del mundo parece haber testigos.

-Investigar fuera de España, ¿es un privilegio o una condena para usted?

-Ambas cosas. Las condiciones para la investigación en España son malas comparadas con muchos centros en el extranjero, aunque la crisis de la ciencia es a nivel mundial. Hasta los propios investigadores nos hemos vuelto tolerantes con la precariedad laboral del científico, independientemente del país de acogida. Un número cada vez mayor de astrónomos trabajan gratis entre contrato y contrato. Cuando yo me fui de España, había centros del CSIC que no tenían para pagar la luz. Y compañeros míos tardaron meses en cobrar su primer sueldo. A pesar de que fue una decisión difícil para mí y mi familia, vivir en Finlandia ha sido una experiencia enriquecedora.

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