El alcalde Vázquez Padín, a fin de evitar una multa coercitiva del juzgado por no ejecutar la sentencia, indica que la disciplina urbanística por la ejecución de obras y actividades sin licencia o no ajustadas a la licencia, resulta competencia de la Alcaldía o de la Agencia para la Legalidad Urbanística -APLU- de la Xunta, dependiendo de la clase de suelo en la que se hallan ejecutado o se vengan ejecutando las mismas.

En este caso, dice que "la orden de demolición puede haber resultado precipitada" ya que en el presente caso, "la parcela y edificaciones se emplazan parcialmente en suelo rústico de protección agrícola y parcialmente en suelo rústico de protección de aguas, por lo que el alcalde no ostenta la competencia en materia de disciplina urbanística sobre la totalidad de la parcela y de las edificaciones o construcciones que se ubican en la misma".

Asegura que el alcalde que le ha precedido en el cargo -Enrique Cabaleiro- dio traslado a la APLU a fin de que ejerza sus competencias en materia de disciplina, pero la APLU envía un escrito al Concello en el que afirma que el presente caso de un taller de pirotecnia es el Ayuntamiento quien tiene competencias.

Además de contar con proyecto de demolición de las obras realizadas, en agosto del año pasado el alcalde Enrique Cabaleiro multó a la empresa con 2.000 euros por "incumplimiento injustificado de orden de clausura" advirtiendo de la posibilidad de nuevas multas y en una visita de noviembre el arquitecto municipal comprobó que no se trabajaba en la empresa

"Yo desde mi toma de posesión el 17 de octubre, he efectuado todas las actuaciones y he dictado todos los acuerdos, en ámbito de mi competencia, a fin de ejecutar la sentencia, sin que se pueda imputar incumplimiento del deber de ejecutar sentencias, por lo que la imposición de multa coercitiva, no resulta acorde a su fin", asegura Vázquez Padín.

Por otra parte, en un comunicado emitido ayer noche el concello de Tui señala que la parroquia de Baldráns, aunque es cercana, es distinta a aquella otra en la que se produjo la explosión, denominada Paramos, "desconociendo absolutamente el Concello la ubicación y existencia del almacén clandestino".