La delincuencia vial, una fuga de más de tres años, el boxeo y sus estancias en prisión definen la vida de Jorge Luis Sosa Mejuto en la última década. Si en Vigo se le conocía como Makelele, en los rings de combate de EE UU donde se propuso hacer carrera como púgil su apodo era El terrible Sosa. Nacido hace 31 años en New Jersey, tiene doble nacionalidad, española y norteamericana. Con un historial de condenas que hasta el momento se centraba en delitos de seguridad vial, ahora se enfrenta en su país natal a la acusación de asesinato en segundo grado. Este lunes compareció ante Mindy Glazer, famosa juez de Florida muchos de cuyos vídeos con detenidos se han hecho virales en internet. Como cuando, en medio de una audiencia, la magistrada reconoció a un viejo compañero del colegio. "¿Me conoce de la escuela secundaria?", preguntó. "¡Oh, Dios Mío!", respondió emocionado el reo.

Makelele empezó a ganarse su fama de conductor temerario el 12 de enero de 2008, cuando en Vigo, donde vivía entonces, en un pique con otro automovilista causó un brutal choque en la calle Jenaro de la Fuente que le costó la vida a un matrimonio. Un hecho que le supuso una pena de 3 años y 9 meses de cárcel.

Tras su arresto fue a prisión, aunque quedó libre al pagar la fianza. Poco después volvía al penal al ser sorprendido ebrio en un ciclomotor con el que se saltó un semáforo en rojo. Su leyenda delictiva crecía al tiempo que sumaba condenas por otras infracciones, como una fuga de la Policía en un quad a casi 140 km/h por Vigo.

Fue en las navidades de 2010 cuando, para eludir la prisión por la condena firme del accidente mortal, se fugó. Después se sabría que lo hizo a EE UU, donde, lejos de ocultarse, hizo carrera en el boxeo. El terrible Sosa colgó vídeos en Youtube entrenando en Pensilvania o combatiendo. En 2013 fue localizado y, al instarse su extradición, en 2014 fue trasladado a España para cumplir esa sentencia pendiente. Tras su estancia en prisión, ya hacía tiempo que había regresado a EE UU, aunque la liquidación definitiva de la condena aún fue este 1 de enero de 2018.