La joven madrileña que denunció haber sufrido una violación grupal en los sanfermines del año pasado testificó ayer durante casi cuatro horas ante la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra, sin que se le mostraran los vídeos que grabaron los acusados. La chica declaró sin ningún contacto con los 5 imputados, conocidos como "La Manada", ya que estaban en una estancia separada.

El testimonio se demoró porque a los pocos minutos de empezar la vista el tribunal ha decidido hacer un receso para deliberar sobre la conveniencia de que la joven viera los vídeos que grabaron los acusados, algo a lo que se opuso la fiscalía.