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Dos hermanos lideraban la trama desde Vigo

La mayor red de robo de coches de Pontevedra confiesa para bajar las penas de 60 a 11 años

Vendían los vehículos por piezas, también en internet. Solo 6 de los 9 detenidos van a juicio

Uno de los cabecillas tenía un almacén de distribución en su casa de Vigo y vendía también por internet.

La banda liderada por los hermanos Juan Carlos y Ricardo G.C., asentados en Vigo desde hace más de veinte años y considerada la mayor organización de tráfico ilícito de vehículos desarticulada en la provincia de Pontevedra, ha decidido confesar sus delitos para obtener una sustancial rebaja en las condenas solicitadas por la Fiscalía de Vigo. Los más beneficiados son los cabecillas que, inicialmente, se enfrentaban a penas de 11 años y 10 meses de prisión y 5 años y 10 meses respectivamente. Ahora se quedan en 3 años y tres meses para Juan Carlos y en 2 años y 9 meses para Ricardo.

El fiscal, en su primer escrito de acusación, solicitaba un total de 60 años de cárcel para nueve procesados. Mediante el acuerdo de confesión alcanzado se reducen a un total de 11 años y el procesamiento de sólo seis de los imputados. Retira para todos los cargos por organización criminal, unifica los de falsedad y reduce la petición de penas por receptación, falsificación documental y tráfico de drogas. A los dos cabecillas se les acusa también de un delito de blanqueo de capitales, por lo que se pide el comiso de su amplio patrimonio formado por varios pisos en Sanxenxo, una casa y una finca en Torneiros (Porriño), y naves y viviendas en Vigo.

La red funcionaba desde el año 2005 y los investigadores calculan que pudieron robar entre 50 y 70 vehículos cada año; más de 300 por toda la provincia de Pontevedra. De hecho se han recuperado piezas de vehículos sustraídos en Pontevedra, Vigo, Tui, Sanxenxo, O Grove o Ponteareas. La Policía Nacional desarticuló la organización en la Operación Monte, desarrollada en noviembre de 2011. En los registros domiciliarios se intervinieron 9 vehículos, una treintena de motores, otras tantas cajas de cambios, abundante material informático, 145 teléfonos móviles, 25.000 euros, casi medio kilo de marihuana y otro tanto de hachís y diversos efectos procedentes de robos con fuerzo.

Aunque el grupo era especialista en el robo de Volkswagen Golf, no hacían ascos a Mercedes, BMW y Audi. Integrantes del grupo se ocupaban de sustraer los vehículos, tanto turismos como furgonetas o remolques -algunos por encargo-, los trasladaban a Torneiros, donde Juan Carlos en su domicilio tenía un taller para despiezarlos, o bien al domicilio de su hermano en A Rabadeira. Borraban y cambiaban los números de bastidor, las matrículas y todo lo que permitiera identificar el vehículo. Tras retirar todo los susceptible de ser vendido, quemaban en el monte los restos y los vendían como chatarra.

En A Rabadeira la Policía descubrió un almacén de piezas perfectamente ordenadas y clasificadas en grandes contenedores: motores, cajas de cambios y todo el material que podían vender. Desde allí se hacía la distribución y la venta al por menor, incluso a través de Internet. También se quedaban objetos sustraídos.

Entre los imputados figuran los autores de las sustracciones de vehículos, pero también un empleado de una chatarrería que les compraba los restos y algunas piezas. Así, el fiscal solicita para un sobrino de los cabecillas Iván G. G. 18 meses de prisión; para Iván C.E. 21 meses de prisión y 60 días de trabajos a la comunidad por conducir con el carné retirado, a David F.P. un año por receptación y a Jonás G.B. 9 meses por lo mismo. El acuerdo con la Fiscalía libra del banquillo por blanqueo a la madre de los cabecillas y a la entonces novia de uno de ellos; así como al dueño de una chatarrería.

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