Un jurado popular juzgará desde este viernes en la Audiencia Provincial de A Coruña a un matrimonio de Pontedeume por la muerte de un joven de 17 años que asaltó su domicilio en el verano de 2011. La Fiscalía y la defensa califican los hechos de homicidio, pero solicitan la libre absolución de la pareja. Distinto es el criterio de las acusaciones particulares, en representación de los padres y hermanas del adolescente fallecido, que reclaman una condena de 20 años de prisión por delito de asesinato.

Los acusados son el carpintero jubilado José Agustín F.C. y su esposa María del Carmen F.G. Los hechos se produjeron en la madrugada del 10 de julio de 2011, cuando José Agustín, de 68 años, fue alertado por su mujer, de 67 años, de que alguien había entrado en la vivienda, ya que había escuchado ruidos en el pasillo.

En coincidencia con la defensa, la Fiscalía sostiene que el acusado, "con capacidad visual limitada y sin tiempo a ponerse las gafas" fue a la habitación donde se hallaba el intruso "y que estaba a oscuras". La acusación pública indica que éste se abalanzó sobre el acusado, "llegando a cogerlo por el cuello" y que, entre ambos, se inició un forcejeo. "Atemorizado por un mal grave e inminente contra su vida e integridad física y la de su esposa", afirma que tomó "para su defensa" un cuchillo con una hoja de 27 centímetros", que le facilitó su mujer.

"Temiendo por su vida y sin ver hacia dónde apuntaba, ofuscado, asestó varios golpes con el cuchillo a través de la puerta de la habitación, tras la que trataba de ampararse la víctima", añade. El menor salió de la casa y murió en las proximidades.

Aparición "súbita"

Fiscalía y defensa piden las eximentes de legítima defensa y miedo insuperable, a la que el letrado de los acusados añade la de estado de necesidad. Alega que su cliente actuó al verse sorprendido por la "súbita aparición" del joven y "presa del pánico y con la intención de defenderse y defender a su esposa".

Por el contrario, las acusaciones, que representan a los padres y las hermanas del fallecido, argumentan que el menor recibió "siete puñaladas" y que no pudo defenderse. También sostienen que "no hubo riesgo" para la integridad física del matrimonio y que estos no solicitaron los servicios sanitarios tras fallecer el menor. Además, afirman que limpiaron "concienzudamente" la vivienda y el cuchillo empleado.

Todas piden para el matrimonio -él como autor y ella como "cooperadora necesaria"- 20 años de prisión por asesinato. Por delito de omisión del deber de socorro solicitan multa. La madre y las hermanas del joven reclaman también 2 años de prisión por encubrimiento para la hija del matrimonio y su marido, guardia civil.