El mar se tragó la vida de uno de los surfistas vigueses más conocidos y solidarios. Julián Yáñez Silveira, "Queima", de 40 años, falleció el sábado cuando practicaba pesca submarina en el litoral de La Santa, en el municipio de Tinajo en Lanzarote. Su cuerpo sin vida llegaba anoche al tanatorio de Pereiró, donde a las 20.30 horas de hoy tendrá lugar una misa rezada previa a su incineración. Superviviente del terremoto de Macaronis en 2008 en Indonesia, y del tsunami que arrasó las costas del Índico en octubre del año pasado, colaboró activamente en el auxilio y salvamento de las víctimas en la zona afectada con el barco de su amigo y compañero, el también vigués David Valladares, socio de la empresa King Millenium con base en las islas Mentawai, paraíso de los surfistas por sus olas.

Julián Yáñez tenía previsto trasladarse a mediados de junio a Mentawai, para colaborar en la temporada alta de los surfistas con su amigo David Valladares, por eso se trasladó a Lanzarote, para pasar unos días con su novia, que reside allí. El sábado decidió salir a pescar en solitario y todo apunta a que sufrió un mareo cuando buceaba, dado que su cuerpo apareció a unos 4 metros de profundidad y en una zona sin grandes oquedades y la mar no estaba picada.

Pasadas las 5 de la tarde del sábado, la novia de Julián alertó a la Policía Local de Tinajo puesto que no regresaba. En ese momento se puso en marcha un operativo de búsqueda que contó con la colaboración del pequeño pesquero Macarena del mar, dedica a la pesca de la gamba en La Santa, y con efectivos de emergencias. Uno de los amigos de Julián, Maxi, que iba en el barco pesquero, localizó el cuerpo en la zona conocida como El Roque. Tras avistarlo se tiró a mar para subirlo hasta la cubierta.

Julián Yáñez era un amante de los deportes náuticos y tenía mucha experiencia en la pesca submarina. "Me dijo que iba a pescar una vieja para almorzar", lloraba en el muelle uno de sus amigos que le aconsejó que no saliera porque las corrientes eran muy fuertes.