El incendio en una cocina de un octavo piso en un edificio de la calle Gaivota, en Vigo, obligó ayer al mediodía a desalojar el medio centenar de vecinos del inmueble por espacio de una hora, debido a la acumulación de humo y para evitar el peligro de intoxicaciones. Además, la calle estuvo cortada al tráfico mientras duraron las labores de extinción y liberación de gases de la vivienda. Los vecinos mostraron su malestar ante estos acontecimientos y denunciaron la "inexistencia de una salida de humos en el bloque, porque la cúpula está cerrada". "No es la primera vez que nos pasa esto. Ya hemos sido desalojados en otra ocasión con motivo de otro pequeño incendio", indicó a FARO una vecina.

El fuego fue sofocado ayer en pocos minutos por un retén de los bomberos de Vigo, pero el humo acumulado en el inmueble obligó, de forma preventiva, a evacuar a la práctica totalidad de los ocupantes de las viviendas del inmueble, que tiene nueve plantas.

Entre ese medio centenar de desalojados se encontraban personas mayores, minusválidos y niños a los que, dada la hora, sus padres tuvieron que darles de comer en la vía pública o cafeterías cercanas hasta que la situación fue subsanada una hora después.

Un herido

Según el mando del retén de bomberos que extinguió el fuego, el incendio en la cocina no revistió más consecuencias que los daños producidos en la misma así como lesiones leves por quemaduras a la persona que estaba en ella, y que fue trasladada al Hospital de Povisa, según confirmó la Policía Local.

En las labores de extinción y control de la situación participaron, junto a los bomberos, efectivos de la Policía Local y Nacional. La densa acumulación de humo por el lucernario cubierto con la cúpula de plástico que impide salida de humos al exterior complicó estos trabajos. Además se tuvo que cortar el suministro de gas hasta que los técnicos de la empresa suministradora revisaron las acometidas.

Malestar

Los vecinos de este edificio regresaron a sus viviendas alrededor de las 15.30 horas mostrando su inquietud y su malestar por lo acontecido por segunda vez en pocos años, y preocupados porque esta situación vuelva a sucederse por cualquier otro pequeño percance que vuelva a alterar la normalidad en este edificio de protección oficial.