Las ventas de canciones volvieron a crecer en 2017 en Estados Unidos, aprovechando el auge de los servicios de 'streaming'. El consumo total de música creció un 12,8% en volumen el año pasado en el mercado más grande del mundo, triplicando el aumento de 4,2% registrado en 2016.

Bajo el impulso del grupo sueco Spotify, los servicios de 'streaming' (transmisión por Internet) a demanda superaron a las descargas de plataformas como iTunes que habían revolucionado la industria de la música hace unos años.

La cantidad de canciones escuchadas en promedio en 'streaming' cada día en Estados Unidos (1.670 millones) casi triplicó a todas las canciones descargadas en todo el año (563,7 millones).

La transmisión de música en línea aumentó más de 50% en un año. Más del 80% de las reproducciones son de sitios de suscripción. Pero no todo es color de rosa: muchos artistas se quejan de recibir solo una pequeña porción de las ganancias en este nuevo escenario.

Wixen Music Publishing, que posee los derechos de Neil Young y The Doors, demandó la semana pasada a Spotify por 1.600 millones de dólares. La empresa afirma que el grupo sueco no ha requerido los permisos necesarios para armar su catálogo de 30 millones de canciones.