Además de los cuatro biobancos sanitarios, Galicia cuenta también con el único biobanco del mundo de parásitos zoonóticos marinos (presentes en pescados pero que afectan a la salud pública, como el caso del anisakis) que gestionan los investigadores Ángel González y Santiago Pascual en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo.

Este biobanco dispone de 250.000 anisákidos y también muestras de tejido de animales marinos. Al margen de consideraciones éticas, el servicio funciona igual que un biobanco sanitario, en el sentido de que dispone un software especializado para el registro de las muestras que garantiza de forma absoluta su "trazabilidad", y los investigadores que requieren dichas muestras deben explicar su proyecto y justificar su demanda.

El biobanco de parásitos es una herramienta fundamental para abaratar costes en las investigaciones y, entre otras ventajas, permitir estudios comparativos en períodos largos de tiempo. "Un ejemplo de esa aplicación fue lo que ocurrió con el Prestige, era difícil estudiar las consecuencias (de la marea negra) porque no había datos previos para comparar", explica Ángel González.

Al margen de estos biobancos, existen en Galicia numerosas colecciones de muestras biológicas y repositorios que los grupos de investigación de las universidades utilizan en sus proyectos. También organismos privados disponen de colecciones, como Anfaco-Cecopesca, en cuyos laboratorios existen unas 2.500 muestras de distintos materiales y perfiles de biotoxinas marinas.