La producción editorial ha aumentado, el número de títulos disponibles es rico y variado, hay soporte físico y virtual. Sin embargo, un 39% de los españoles dice no leer nunca o casi nunca un libro. Esta es una de las conclusiones que vierte el informe "La lectura en España", que ayer divulgó la Federación de Gremios de Editores. El documento pone de manifiesto un estancamiento de los hábitos de lectura y el declive de los puntos de venta y préstamo del libro. Los editores reclaman un plan que devuelva la lectura al centro de la enseñanza.

El presidente de la federación, Daniel Fernández, presentó el informe junto a su coordinador José Antonio Millán, el secretario de Cultura, Fernando Benzo, y la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos, lugar que acogió el acto.

Entre los datos relativamente positivos destaca que en un sentido amplio, el 92% de la población española es lectora, si bien sólo el 88,6% lee todos los días o al menos una o dos veces a la semana. Estas son las personas que consultan un periódico, internet o una revista, pero de ellos solo un 47% son lectores habituales de libros -aquí se engloban aquellos que leen al menos una vez por semana-.

En los últimos 15 años se ha registrado un incremento de 11,2 puntos en la proporción de lectores frecuentes, pero los editores hablan de una división entre aquellos que ejercen una lectura instrumental y los que la realizan de manera reflexiva, ya que no solo importa cuánto se lee, sino qué se lee.

El perfil de los lectores es el de mujer, de entre 30 y 55 años, con estudio universitarios y que habita en una ciudad. Los que menos cogen un libro o un periódico son los mayores de 65 años, sobre todo si pertenecen al rural. La población de 14 a 24 años es mucho más lectora que ellos, lo que da cierta "esperanza" a los editores de que se conviertan en futuros bibliófilos.

Los editores han reclamado un plan que disminuya el número de no lectores pues supone, en palabras del presidente, "un tremendo fracaso de nuestro país que compromete nuestro futuro". Daniel Fernández, precisó que la lectura "no ha formado parte de las preocupaciones del sistema educativo y social" y ha señalado que el hecho de que cierren bibliotecas y librerías "es un drama": entre 2010 y 2014 se perdieron 234 bibliotecas, -si bien en Galicia se abrieron 10-. El porcentaje de población inscrita en estos centros, sin embargo, aumentó (del 28,72 % al 34,49 %), así como las visitas por habitante y año (de 2,67 a 2,79).

El secretario del Ministerio de Cultura, allí presente, afirmó que dentro del Plan Cultural 20/20 que presentará el Ministerio de Educación el próximo mes ya se incluye la lectura, aunque no quiso dar más detalles. Abogó por dedicar en la escuela el mismo tiempo para este aspecto que el que se emplea en la Educación Física ya que "se pone mucho empeño en que los chicos hagan deporte" pero también necesitan un "entrenamiento cultural".

El director de Xerais, Manuel Bragado, recuerda que Galicia ya cuenta con una ley del libro y la promoción de la lectura aprobada hace 10 años que "nunca se puso en marcha" y que por lo tanto desconfía de las intenciones del Ejecutivo. La presidenta de los libreros de Galicia, Pilar Rodríguez, muestra las mismas reticencias: "La experiencia me dice que no dejan de hacer brindis al sol, mientras ellos mismos y la gente no crean en lo que dicen no va a cambiar nada".

Ambos señalan la necesidad de que la lectura se convierta en parte de la agenda de los políticos y se equipare a otros índices, como el de bienestar, para poder desarrollar una verdadera revolución lectora.