Pasar por detrás del altar, ofrendar a la Virgen y, muy especialmente, disfrutar de la fiesta en la impresionante península frente el Atlántico tras visitar la ermita del siglo XII y admirar los restos de la fortaleza que dos siglos antes protegió la ría. Son los ritos asociados a la romería de Nosa Señora da Lanzada, que este fin de semana convocó a cientos de fieles en A Lanzada, entre ellos algunos que renovaron el rito de las mojarse con nueve olas, según la tradición, un remedio infalible contra la infertilidad.

Vestida con un manto blanco y adornada con flores la Virxe da Lanzada salió en procesión arropada por decenas de fieles portando ofrendas, en su gran mayoría ramos, centros de flores, y cirios, esperaron para cumplir con los retos que año a año renuevan la tradición en honor a la Virxe.

Una vez finalizado el acto religioso, los fieles se concentraron en el recinto de la fiesta y entre degustación de rosquillas, pulpo y los bailes en la tradicional verbena, los asistentes despidieron de esta forma el verano.