El pulpo, el cefalópodo más popular de Galicia, fue el eje central de las fiestas gastronómicas que se celebraron durante el fin de semana en la villa ourensana de O Carballiño y en la pontevedresa de Bueu, hermanas por el amor que profesan a este producto del mar.

Mientras en O Carballiño ya van por la 54ª edición de su Festa do pulpo, en esta ocasión, dedicada a las ciudadades del Eixo Atlántico; Bueu conmemoró la 17ª edición de su Festa do Polbo. Tanto una como otra fueron un éxito de participación y de público.

En la jornada de ayer se cocieron en O Carballiño alrededor de 70.000 kilos de pulpo, lo que equivale a unas 150.000 raciones, que según el alcalde de la villa, Francisco José Fumega, "no tienen parangón en ningún otro lugar del mundo. Algo deben tener nuestras pulpeiras y nuestras aguas para suscitar semejante concurrencia". Por lo que se mostró orgulloso de mantener viva esta tradición y de haberla convertido en "un auténtico símbolo de nuestras excelencias gastronómicas". El regidor avanzó que en fechas próximas, este potencial se verá complementado con el termalismo, tras la modernización de los balnearios de Partovia y de O Carballiño.

Hasta la villa ourensana representantes locales de las ciudades portuguesas de Vilanova de Gaia, Braga. Viana do Castelo, pero también de Pontevedra y el alcalde de Vigo, Abel caballero, presidente de la FEMP. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, destacó que O Carballiño muestra la marca de identidad del pulpo gallego en cualquier lugar de España y del mundo.

En Bueu, la fiesta que comenzó el viernes se prolonga hasta hoy. El domingo fue el día central en el que se repartieron más de 8.400 raciones. A esta celebraciópn lúdica se une una vertiente cultural, en la que los visitantes aún pueden disfrutar de representaciones teatrales como " A lingua na boca", promovida por la Diputación de Pontevedra", además de pasearse por las caasetas y probar las quince formas distintas de cocinar el pulpo que muestran las casetas que participan en esta fiesta.