En su denominación, lleva implícito el nombre de su descubridor, el microbiólogo alemán del siglo XIX Edwin Klebs. El grupo de bacterias Klebsiella lleva desde entonces como una amenaza más o menos presente. En los últimos años, en diversos países, han tenido que elaborar protocolos ante su elevada propagación y su alta mortalidad. En este mes de abril de 2016, además, ha entrado en el vocablo común gallego por un brote que ha afectado a varios pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo.

La directora xeral de Atención ó Cidadán e Calidade, la nefróloga Beatriz Pais (Zaragoza, 1967) aclara que "no siempre es una bacteria que provoca infección. Muchísimas personas, sin saberlo, tienen la bacteria Klebsiella en su intestino y no les causa enfermedad".

Pais reconoce que donde más se registra es en las UCI de los hospitales. Es ahí donde el pronóstico es más delicado. "El pronóstico por infección ha variado mucho. Hace unos años, cuando no se conocían los antibióticos adecuados para el tratamiento, el 50% de los casos podía acabar con un resultado fatal. A día de hoy, si se toman medidas precisas y una pauta antibiótica adecuada, la probabilidad es muchísimo menor", detalla sin aclarar la situación actual de los afectados en el centro vigués.

El aislamiento de los pacientes, no obstante, siempre pasa como la medida primordial para que las bacterias no se propaguen. Aislar , aclara, significa "extremar" las medidas de asepsia como cambio de guantes, batas... pero no implica que el enfermo "esté en una nave espacial o una celda de incomunicación".

Desde la Asociación del Defensor del Paciente, ya han apuntado que ven "grave" el brote en el Cunqueiro, que se debe investigar y que se podía haber evitado, al tiempo que creen que ha habido opacidad en la información. Beatriz Pais responde por partes. Primero, apunta que "hay un porcentaje de infecciones que por muy bien que se hagan las cosas es imposible o casi evitarlas". Para refrendar esta aseveración, recalca que "por las características propias de los hospitales, existen infecciones en ellos. Entre un 8 y 10% de los ingresados en un hospital, pueden tener una infección asociada al hecho de estar en el centro". La acusación de la opacidad, también la rechaza. "No hay nada que ocultar y nada de que avergonzarnos", añade.

La directora xeral de Atención ó Cidadán e Calidade asegura que la Klebsiella está teniendo más protagonismo que otros gérmenes ahora mismo pero es circunstancial.

También indica que "fue en el año 2000, en North Carolina, Estados Unidos, cuando se empezó a ver la gravedad que podía tener esta bacteria. Se vio entonces que su virulencia, capacidad de hacer daño, iba aumentando por todo el mundo".

El problema radica en que estas bacterias han desarrollado resistencia a los antibióticos comunes debido al abuso y uso indiscriminado de esos fármacos que se usan más tiempo de lo precisado o se toman para procesos de virus cuando no se precisan. Hace años, incluso no se sabía recetar los antibióticos idóneos para luchar contra la Klebsiella.