En Galicia, se registran entre 170 y 200 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, un dato que sitúa a la comunidad a la cabeza en accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, esta mayor incidencia está relacionada con el envejecimiento de la población, ya que la edad es uno de los factores del ictus.

"La mayoría de los casos se dan a partir de los 65, aunque también pueden darse en personas más jóvenes. Prácticamente no hay diferencias entre sexos. Es cierto que mueren más mujeres que hombres por ictus, pero esto se es porque los hombres fallecen antes, de otras enfermedades. En los varones es la tercera causa de muerte y en mujeres la primera", detalla el especialista, que insiste en que la prevención y saber identificar las señales que pueden alertar de que algo está pasando son fundamentales en la batalla contra el ictus -golpe, en latín- que ataca de forma brusca dejando en numerosos casos graves secuelas.