"Me gusta que la película la vean los chinos", declaró a Efe un sonriente Amodeo, que al ser preguntado sobre la posibilidad de llevarse alguno de los premios "Jin Jue" afirmó que "no me lo he planteado ni mínimamente".

"Si ganamos algo es que Buda existe", bromeó.

Según el realizador, que su obra concurse en el certamen "ayuda" al cine español, "sobre todo porque esta es una parte del mundo donde nuestro cine, si quiere entrar, sólo puede hacerlo así".

España es este año la invitada de honor del festival de cine más joven de la máxima categoría mundial y está representada con 18 películas, aunque sólo dos en la sección oficial: "Cabeza de perro" y "Miguel & William", de Inés París.

Para el director sevillano, "el público chino hace una lectura de la película diferente. La ven de una manera más metafórica, y que también les gusta mucho técnicamente".

"Las razones por las que una película acaba en un gran festival no las sé, porque se mezclan muchos factores, intuyo que el cine internacional se está uniformando, se está convirtiendo en algo como demasiado etiquetable, porque ahora las televisiones ´mandan´ en el cine y financian productos que puedan colocar en su parrilla", dijo.

Por este motivo, según Amodeo, "cada vez es más difícil hacer una selección (para un festival) con una intención artística" por lo que "películas como esta, o como me pasó con la anterior (´Astronautas´, 2003), acaban yendo a un montón de festivales, sólo porque tienen una intención diferente".

"Cabeza de perro" cuenta la historia de Samuel (Juan José Ballesta), un joven que sufre un trastorno neurológico por el que a veces su cerebro "se borra, no sabe ni cómo se llama ni dónde está ni nada, y a través de la oscuridad, como grias a un faro vital, llega a la chica de la que está enamorado (Adriana Ugarte)".

"La ecuación de la historia es: ¿qué somos?, ¿lo que dice nuestro cerebro que somos, o además hay algo que nos trasciende, un alma?", una cuestión que debate la neurología contemporánea, y que Amodeo trató de abordar de la manera más sencilla posible, con el lenguaje de los cuentos de hadas.

El director devoró varios libros del teórico Vladimir Propps (autor de "Morfología de los cuentos de hadas", 1968) para llegar a la conclusión de que "puedes meter un mensaje muy profundo de una forma muy sencilla, y si consigues que el espectador entre en el discurso desde el principio, le das un mensaje que le hace pensar".

"Esta forma de contar las cosas se ha trasladado a la manera en que Santi nos ha dirigido, para contar grandes cosas a partir de reacciones y comportamientos muy sencillos", explicó a Efe la actriz Adriana Ugarte, que también está en Shanghai.

"Es un gusto poder decir además que la película te gusta", aseguró la joven actriz sobre su primer largometraje, un placer con el que no siempre cuentan los actores, recordó.