Si María do Carme Kruckenberg viese a través de las nubes y los rayos cósmicos lo que sucede en la Tierra, seguramente sonreiría satisfecha ante el homenaje sentido y casi espontáneo que ayer se le brindó en la Fundación Penzol, en Vigo. Se le escaparía una sonrisa como aquella que cazó un fotógrafo cuando Manuel Fraga le impuso la Medalla Castelao. Si Kruckenberg -que escribió durante años para FARO DE VIGO- pudiese acechar lo acontecido ayer en la Casa Galega da Cultura, lo seguiría con su figura estoica con el corazón llorando ante la declamación sentida de sus poemas que hizo su amiga Laura Pérez; o ante las palabras de su biógrafa, Mercedes Queixas Zas; y las lágrimas escapadas de su hija, Cristina Pusone. Seguramente, estaría más que contenta por que los 30 manuscritos con toda su obra formen ya parte de los fondos de la Biblioteca Penzol.

"Hoxe é un día de festa", aseguraba Francisco Domínguez en la firma del convenio de donación de los documentos entre la hija y la Penzol. El director de esta última añadía, además, la "importancia" del legado de una "figura destacada" de las letras gallegas. "Chuchi -como se conocía a Kruckenberg- estará contenta de que estes documentos se custodien en Vigo", en vez de emigrar a otras coordenadas fuera de la ciudad que amó durante 88 años.

Desde ayer, investigadores y público en general pueden tener acceso a esta documentación, guardada en 30 carpetas tal y como habían sido ordenadas por ella. Estas reúnen su "proceso creativo. Cada carpeta recolle o proceso evolutivo de cada obra. Primeiro, en manuscrito, despois (algúns) mecanografados, outros con probas de imprenta e mesmo con copias dixitais", explicaba su biógrafa, la profesora Mercedes Queixas Zas, quien añadió que la poeta siempre prefirió la escrita a mano, sin sucumbir jamás a la computadora. "Aquí queda unha parte importante da historia de Vigo e da literatura galega", agregó la autora de las memorias Vivir, unha aventura irrepetíbel. Biografía de Mª do Carme Kruckenberg (Editorial Galaxia).

Respecto de la caja pendiente de inventariar, Queixas indicó desconocer el material que albergan. "Supoño que artigos, conferencias, correspondencia e outro tipo de documentos. Pero non sei certo", apuntó.

Durante el acto en la Penzol, rescató la frase de Chuchi: "Sempre que teña alento, escribirei", al tiempo que la describió como una "mujer culta", "escritora prolífica" y "ser pensante" además de "pioneira" que volcó su pasión y razón en los poemarios. Algunos, con versos totalmente atemporales como 'o abecedario de noxo, da incomprensión e da desesperanza' del libro Poemas inevitables editado por FARO en 1960:

"Absurdo, cara ó absurdo/ encamiño os meus pasos,/ de vagar e pé firme/ coa cabeza ó vento,/ agardando a hora/ que me chegue o absurdo,/ para acochar o meu nome/ cun ramallo de estrelas".