Invertir en tecnología en las escuelas no significa que se use bien ni que obligatoriamente los resultados de los alumnos vayan a mejorar. Pero los malos resultados tampoco implican que haya que dar marcha atrás; lo importante es aprender a utilizarlas adecuadamente y adaptar las metodologías. Estas son las principales conclusiones que se desprenden del primer informe PISA que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para analizar cómo repercute el uso escolar de los ordenadores en las notas de los alumnos.

El informe no deja a España en muy buena situación. Los alumnos españoles se sitúan considerablemente por debajo de la media de la OCDE en su capacidad de lectura digital, incluso por debajo de los estudiantes de países con resultados similares en lectura impresa.

El informe, con datos de 2012, arroja datos preocupantes para los estudiantes españoles, como que uno de cada veinte (4,6 %) no fueran capaces siquiera de navegar para hallar la información necesaria. Además, quienes sí navegaron se perdieron en la red más a menudo que los alumnos de otros países, según recoge el estudio comparativo, realizado en 64 países. También se encuentran los estudiantes españoles por debajo de la media en la resolución de problemas matemáticos computerizados.

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La OCDE destaca que España ha invertido mucho en la compra de equipamiento y que en 2012 los colegios tenían casi un ordenador para cada dos alumnos de 15 años. Además, los estudiantes españoles dedican más tiempo a navegar en internet que la media de los países de la OCDE. Pese a ello, como recuerda uno de los autores del informe, Francesco Avvisati, los resultados no fueron mejores ya que "no están vinculados a conocimientos técnicos, sino a las capacidades avanzadas de lectura digital, como evaluar la relevancia de un texto, qué enlaces son más fiables que otros".

A su juicio, los problemas que evidencia el informe con respecto a España radican en la falta de habilidades técnicas pero también en las dificultades para manejarse en un espacio abstracto o para dirigir la búsqueda. "Para que el uso de los ordenadores y otras tecnologías en las aulas sea exitoso los profesores necesitamos una formación mayor, que no hemos recibido", destaca Julio Díaz, presidente del sindicato independiente ANPE Galicia. "No se pueden transmitir bien los contenidos a través de las nuevas tecnologías si ni los propios profesores los dominamos, por lo que no me extrañan los resultados del estudio", añade.

Tampoco sorprenden nada a otro profesional de la trinchera educativa, el ex decano de la Facultad de Pedagogía de la USC, Lois Ferradás. "Muchos expertos coinciden en que las pantallas son armas de distracción masiva; a través de las pantallas podemos acceder a muchos datos pero el conocimiento en profundidad, construir conocimiento, es otra cosa", advierte el pedagogo.

De hecho, la principal conclusión del estudio es que utilizar el ordenador en la escuela no implica automáticamente que los alumnos logren ser más competentes. La directora general adjunta de Educación de la OCDE, Montserrat Gomendio, recalcó que la utilización de los ordenadores por parte de los estudiantes "no mejora necesariamente el rendimiento de los alumnos, y, de hecho, su uso excesivo lo empeora".

Por su parte, el profesor gallego Enrique Dans, experto en nuevas tecnologías, destaca el error de que "se introducen nuevos métodos de aprendizaje, las nuevas tecnologías, pero se sigue utilizando la misma metodología y evaluando de la misma manera a los alumnos y eso no funciona". Dans advierte de que "si no se explica bien el uso de las tecnologías, se convierten en una mera distracción y provoca que los alumnos simplemente busquen información en la red, corten y peguen las respuestas". Sin embargo, está de acuerdo con los autores del estudio, que insisten en que estos malos resultados no implican que haya que dar marcha atrás. "No debemos retirar la inversión en tecnologías, es un camino sin retorno, lo que debemos hacer es cambiar las metodologías", concluye Dans.