Un auténtico aeródromo sobre la arena. Trece avionetas y autogiros y veinte grandes maquetas de radiocontrol pidieron pista ayer en la playa de Panxón y dejaron boquiabiertas a un millar de personas. El espectáculo no defraudó pese a verse acortado por la niebla matinal, que obligó a suspender dos de las tres pruebas del IX Campeonato Gallego de Ultraligeros. Tensos suspiros y entregados aplausos acompañaron durante la mañana las piruetas de los aviadores, procedentes de diversos puntos de España y Portugal.

Entre ellos, la copiloto federada más joven del país, la nigranense Enola Fernández Penela. Con solo seis años acompañó a su padre, Sergio Fernández, piloto y organizador de la concentración. Juntos realizaron un buen papel en la competición, que culminará el próximo fin de semana en Vilanova de Cerveira, donde el Club Meteoro Cerval, promotor del evento, tiene su base.

La bruma de primera hora retrasó el inicio de las pruebas y la organización decidió suspender dos de las previstas y sustituirlas por una exhibición acrobática que encandiló al público, no solo desde su ubicación, sino también desde el aire, a través de una pantalla que retransmitía las imágenes grabadas por un dron y por una cámara instalada en la cabina de uno de los aviones. Sí hubo ocasión para desarrollar el campeonato gallego de aparatos teledirigidos. Álvaro González Cameselle venció y Javier Miguelez Martines y José Manuel Novoa quedaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.

Ya en tierra firme, en el paseo marítimo, vecinos y visitantes observaron una exposición de maquetas de vehículos de combate, tanto aviones a turborreacción como helicópteros.