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A terapia para recuperar el amor

Relaciones de pareja en el diván

La rutina, las crisis vitales, el sexo, falta de comunicación, infidelidades y el uso de las redes sociales son las principales causas del desgaste en las relaciones sentimentales

Paula Martínez. // FdV

El amor también enferma y muere. Las crisis vitales, la falta de sexo, la infidelidad, la rutina y ahora también el uso de las redes sociales erosionan las relaciones de pareja. Y detrás de todos estos factores subyacen problemas de comunicación. Mejorar este aspecto es vital para que la relación de pareja sane, aunque esto tampoco es siempre posible. "No todo es salvable. Hay casos en que la relación está tan deteriorada que lo mejor es separarse o sencillamente, hay incompatibilidad de caracteres. Pero esto también se trabaja porque una pareja puede hacerse mucho daño cuando se separa o hacerlo de una forma sana. A veces se trata de construir puentes comunes", explica Paula Martínez, psicóloga del Centro de Atención Familiar e Infantil, Cafi, de Santiago, especializado en terapia familiar y de pareja, y miembro de la directiva del Colegio Oficial de Psicología de Galicia.

Por su diván pasan decenas de parejas cada año buscando recobrar el equilibrio en la relación. "Antes se pensaba que los problemas de convivencia tenían que arreglarse en casa, pero las parejas más jóvenes, de entre 30 y 40 años, ya no ven nada malo en pedir ayuda", reconoce la psicóloga, para quien la "causa estrella" es la falta o la mala comunicación: "Lo que vemos en todos los casos es que la pareja dejó de comunicarse en un momento de la relación o que nunca llegó a hacerlo. Se trata de darles unas pautas para que mejoren su comunicación".

En la terapia de pareja no hay recetas mágicas, advierte la psicóloga, aunque reconoce que la disposición de ambos miembros para salvar la relación es determinante. También el tiempo que la pareja lleve arrastrando dificultades. "Cuanto más tiempo duren los problemas, más se complica su solución", afirma la psicóloga, que añade que las desavenencias conyugales también afectan a los hijos. Es más, en muchas ocasiones, estas se descubren a raíz de los problemas que presentan los hijos. Hiperactividad, estrés y problemas de conducta son algunos de los más frecuentes, según esta psicóloga.

Otro factor desencadenante de más reciente cuño es internet. "Las nuevas tecnologías y las redes sociales empiezan a ser otro motivo de discrepancia, bien porque uno le dedica mucho tiempo o bien porque conoce o vuelve a tener contacto con alguien, independientemente de que sea del mismo sexo, y eso genera malestar en el otro. Y aunque no le dedique mucho tiempo, la otra persona puede pensar que le está ocultando información", explica Mari Luz Losada, de 2T Psicología, con gabinetes en Cambados y Pontevedra.

Esta psicóloga reconoce que internet presenta una dificultad añadida. "Hay que trabajar el derecho que tienen las personas a la confidencialidad y a su propia intimidad, pero al mismo tiempo hay que trabajar la confianza dentro de la pareja, y esto a veces resulta complicado", explica.

Para esta psicóloga, con once años de experiencia, la actitud del terapeuta es otra de las patas sobre las que se sustenta la terapia de pareja. El terapeuta no puede tomar partido por ninguno de los miembros de la pareja a la hora de abordar el problema. "Yo siempre empiezo la terapia diciéndoles que no quiero que se sientan incómodos, que les haré preguntas para evaluar su situación, pero que no tienen que contestar si hay algo con lo que se sienten incómodos", dice.

Restaurar la confianza es uno de los aspectos más complicados y la infidelidad es, sin duda, la que más la erosiona. "En estos casos, todo depende de la capacidad de la persona engañada de perdonar. Estamos hablando de infidelidades puntuales, no de una infidelidad de larga duración, donde las mentiras prolongadas han causado ya mucho daño", matiza Paula Martínez. En este sentido, Losada explica que probablemente la terapia acabe antes de que la pareja haya conseguido recobrar la confianza "ya no al cien por ciento, sino al setenta por ciento".

Como en cualquier otro tipo de terapia, puede haber recaídas y la pareja tiene también que aprender a asumirlas. "Es normal que las haya porque las personas pasamos por momentos emocionales diferentes. Forman parte del proceso de recuperación", asegura Losada.

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