Una nueva edición de la Festa do Viño do Condado cerró ayer sus puertas en Salvaterra, donde se vendieron más de 18.000 litros de caldos de la zona a las más de 30.000 personas que durante los tres días visitaron el recinto festivo. Los bodegueros de Condado de Tea -subzona de la DO Rías Baixas- se mostraron satisfechos del resultado de esta edición, la número 55 de un evento convertido ya en una plataforma singular de promoción vinícola.

Si bien Salvaterra ya recibió el viernes y el sábado a cientos de personas, en la jornada de ayer se convirtió en un auténtico hervidero de gente desde media mañana. Miles de visitantes accedieron al recinto amurallado para disfrutar de los vinos de las veinte bodegas participantes y de la gastronomía popular que los acompañaba: pulpo, empanada, churrasco, lamprea rellena o el nuevo plato de porco celta, presentado este año por vez primera por la explotación de A Rocha, entre otras especialidades.

Llegados desde Vigo, Redondela, Tui, y otras localidades, los asistentes a la fiesta del vino del Condado dieron buena cuenta de litros y litros de vino en copas o en las típicas tazas de barro, donde los "condados" tienen un sabor especialmente tradicional.

"Nosotros hemos traído las tazas de otro año, nos encanta esa posibilidad frente al nuevo catavinos", explica Inés, una de las asistentes. Porque los degustadores y bebedores podían optar por cualquiera de los recipientes, "aunque los más sibaritas son más de cristal", en opinión de Ramón. Parece que queda claro que los asistentes acuden a la fiesta a beber y a comer, y no solo a degustar. A las cinco de la tarde Manuel afirmaba: "Quedei farto e estaba todo moi bo".

También el pregonero de este año, Cristino Álvarez Herrero, periodista gastronómico, se mostró partidario del término "beber" frente al "degustar", y en un pregón en el que analizó las peculiaridades del vino del Condado de Tea, se fijó especialmente en las potencialidades futuras para degustar vinos maduros de esta comarca en contraposición con la idea de que los vinos de la denominación Rías Baixas son fundamentalmente vinos jóvenes, e invitó a beber "con moderación" pero beber. Lo de la moderación fue un aviso a navegantes, pues a una distancia prudencial de 2 kilómetros entre la villa de Salvaterra y la autovía un control de la Guardia Civil hizo durante horas un repaso a esta recomendación a través de boquilla y etilómetro, en pleno día de operación retorno. Los positivos fueron escasos, porque la asistencia a estas fiestas no es sinónimo de irresponsabilidad, como quedó demostrado, y a medida que abundan los controles cuando se celebra un evento popular gastronómico parece que se incrementa la responsabilidad y el que conduce no bebe o lo hace siempre en los límites.

Además de la lectura del pregón, la fiesta contó con el nombramiento de los nuevos cofrades, entre ellos la nueva cofrade de honor Nava Castro, directora de la Axencia de Turismo de Galicia, una institución que aglutina los distintos órganos existentes relacionados con el turismo en Galicia. Antonio Rivero y Antonio Rilova también fueron investidos cofrades.

Otro de los momentos más esperados por los bodegueros fue la denominación de los vinos "deliciosos del año". En la categoría de Condados fueron premiados "Señorío de Rubios" y "Piñeiral", de Bodega Señorío de Rubiós, y "más que 2", de Bodegas La Val. En la categoría de albariños, los premiados fueron "Pazo Pondal", de Bodegas Pazo Pondal, "Fillaboa", de bodegas Fillaboa y "Liñar de Vides", de Señorío de Rubiós. Por último, en Condado tinto, el premio fue para "Señorío de Rubiós Sousón", de Bodegas Señorío de Rubiós. Llama la atención que Señorío de Rubiós, una bodega ubicada en As Neves, hubiera logrado de nuevo cuatro premios. Esta bodega lleva varios años triunfando no solo en el Condado sino en otros certámenes donde se presenta, incluido la Fiesta del Albariño de Cambados.

En cuanto al vino más consumido en la fiesta de todas las marcas existentes, veinte en total, la organización no contaba ayer todavía con ese dato.

El alcalde de Salvaterra, Arturo Grandal, se mostró convencido de que la fiesta llegó a unos niveles muy importantes por lo que significa de promoción de vino, de forma sana, no comparable con ninguna fiesta de este tipo en otras localidades de España. "Debemos estar orgullosos de lo que hemos logrado en los últimos años transformando la fiesta que teníamos y convirtiéndola en lo que hoy es".

También la directora de Turismo, Nava Castro, indicó que la fiesta ayuda a potenciar el turismo en Galicia y le auguró un gran futuro, junto con las grandes posibilidades del turismo enológico y gastronómico de esta zona.

Entre los asistentes a la fiesta se encontraban también el presidente del consello regulador Rías Baixas, Juan Gil de Araujo, el jefe provincial de Medio Rural, Miguel Pérez Dubois, y la delegada de la Xunta en Vigo, María José Bravo Bosch.