Paris oyster, Black velvet, Bloody Mary o Vodkatini son algunos de los curiosos nombres que reciben las bebidas compuestas de una mezcla de licores a las que se añaden, por lo común, otros ingredientes, según define la Real Academia Española; también conocidas como cóctel o cocktail, en su lengua nativa.

El vicepresidente de la Asociación Gallega de Barmen (Agaba), Diego Mosquera, considera que los "tres reyes del verano" son el gin tonic, el mojito y el daiquiri. "El gin tonic era el rey sin competidores", afirma Mosquera, pero apunta que tanto en España como en Galicia este preparado ha ido perdiendo protagonismo progresivamente. El vicepresidente de la Agaba achaca este bajón de popularidad a que ha pasado de ser un cóctel glamuroso a ser algo vulgar. "Sigue siendo el rey aunque está empezando su declive", concluye.

Los expertos creen importante hacer una distinción entre los combinados y los cócteles. El primero mezcla alcohol destilado y un refresco (el mal llamado cubalibre o cubata). El segundo aporta un añadido, cuida desde el cristal y el proceso de enfriamiento del vaso hasta la aromatización de la bebida y la calidad del hielo y de los ingredientes.

Mosquera recomienda a aquellos que quieran iniciarse en esta disciplina que sigan las recetas de manera fiel y que busquen el equilibrio de proporciones necesario para cada cóctel. Considera fundamental utilizar alcoholes premium de buena calidad para que el cliente no lamente la ingesta de alcohol a la mañana siguiente.

Otro aspecto esencial a tener en cuenta es el hielo. Este elemento juega un papel fundamental y un uso inadecuado puede arruinar el preparado. Es recomendable, según Mosquera, que "esté desmineralizado, no aporte sabores, proceda de un manantial y que sea duradero".

El vicepresidente de la Agaba cree que ha habido un cambio de actitud en cuanto al consumo. "La gente prefiere beber menos, pero beber copas de calidad", afirma. Los cocteleros se han inclinado, para responder a esta demanda, por reducir el contenido alcohólico de las copas y por cuidar especialmente la frescura de los ingredientes, sobre todo la fruta, para que el cliente pueda beber más de dos cócteles y seguir disfrutando. Otra tendencia en alza es la búsqueda de sensaciones a través ya no solo de la bebida, sino del olor, las texturas, la puesta en escena e incluso el ruido que produzca.

Mosquera recomienda a los consumidores que interactúen con su barman, que hablen con él, ya sea para encontrar el sabor que mejor se adecúe a sus expectativas o para buscar una experiencia nueva.

Casi cualquier ingrediente puede formar parte de la receta de un cóctel, desde pimientos de padrón hasta queso para untar, siempre y cuando, recuerda Mosquera, los destilados y los ingredientes utilizados sean de calidad. Existen elementos que por sus características son idóneos para la coctelería. Uno de ellos es el jugo de lima o limón, que, según el vicepresidente de la Agaba, "dan mucho juego". Mojitos, whisky sour, caipirinha o la mula moscovita son algunos de los preparados que incorporan estos zumos ácidos en su receta.

Otro ingrediente que asegura el éxito al barman sería el vodka, una bebida que "es como un papel en blanco", puesto que no tiene un sabor predefinido y cede el protagonismo a los ingredientes que lo acompañan.

El propietario y barman del pub Bon Vivant en O Temple (Cambre), Héctor López, coincide en afirmar que el vodka es un ingrediente sencillo que no aporta aromas. Añade que lo que sí da es "un toque de alcohol" al cóctel. López apunta a que la tendencia sigue, por el momento, encaminada hacia los cócteles clásicos como el mojito, el daiquiri, el margarita y la caipirinha. El coctelero coruñés indica que se comienza a experimentar en Galicia con productos tradicionales de la cultura gallega como el eucalipto o el pulpo.

Reconoce, sin embargo y con respecto a estas innovaciones, que acoge bien la experimentación con este tipo de productos pero afirma que "no es vendible, no entra en el negocio" puesto que son bebidas caras y difíciles de elaborar y el cliente "no está todavía preparado para ello".

López fue galardonado en el año 2010 con el primer premio en el concurso Origins de Schweppes en la categoría de clásicos, por el mejor gin tonic del certamen. El Bon Vivant comenzó siendo un pub más en O Temple pero, según su propietario, "las demandas de la clientela" exigieron un añadido al bar y el dueño del establecimiento encontró ese "algo más" en la coctelería.

El barman del Bon Vivant recomienda tener buen gusto a la hora de escoger los ingredientes y conocer bien el producto que se va a utilizar en el proceso de elaboración. También aconseja a aquellos que quieran iniciarse en el mundo de la coctelería que se rijan "por las bases de antaño y que no intenten evolucionar demasiado" en esta disciplina.

Estos preparados tienen unos orígenes tan remotos como confusos. Desde la Antigua Grecia hasta el pasado siglo XX, pasando por los años de la Ley Seca estadounidense e incluso los tiempos de la piratería, los amantes de las bebidas espirituosas han experimentado combinaciones entre bebidas destiladas y otros ingredientes para aportarle un añadido al brebaje u ocultar su contenido alcohólico en tiempo de prohibición.

El cóctel o cocktail es una palabra que proviene del inglés, cock (gallo, en lengua inglesa) y tail (cola). Esta denominación se atribuye a las plantas utilizadas antiguamente para remover el contenido de la copa.

Este cóctel de corte digestivo necesita seis cucharadas de azúcar, lima o limón y 'cachaça', una bebida destilada que proviene del jugo de caña de azúcar fermentado.

Esta variante del daiquiri se elabora con pulpa de fruta (fresa, mora, piña...), jugo de limón, azúcar y vodka o ron. El alcohol no es imprescindible.

Esta bebida refrescante necesita para su preparación tequila y triple seco, zumo de limón y jarabe de azúcar. Es habitual adherir una fina capa de sal al borde de la copa.

Esta bebida se prepara con vodka, zumo de tomate, salsa Perrins, zumo de limón, sal, pimienta y unas gotas de tabasco. Ideal para el aperitivo.

Esta bebida de trago largo es idónea para tomar después de una comida copiosa. Se realiza con ginebra, zumo de limón, jarabe de azúcar y soda.

Vodka, zumo de limón, jarabe de azúcar y 'ginger ale' son los ingredientes de este cóctel. Mejor para altas horas de la noche.