El cerebro es uno de los órganos más olvidados. Mientras gran parte de la población sabe las pautas a seguir para tener un corazón sano, pocos saben el protocolo de buenos hábitos para quien se encarga de dirigir el resto del cuerpo. Por ello, la Sociedad Española de Neurología (SEN) inició ayer -con motivo de la Semana del Cerebro- la campaña "Tu cerebro es vida, cuídalo". "Hay que ejercitarlo, pero también es bueno descansar bien, una correcta alimentación o hacer ejercicio", indica el vocal de la SEN Carlos Tejero, quien añade: "Cuidar el cerebro puede retrasar la aparición de enfermedades neurológicas como el alzheimer".

Una de las claves para mantener el cerebro en buena forma es huir de la rutina. A la hora de realizar cualquier actividad, las neuronas deben pensar cómo hacerlo, qué vía tomar. "Si acostumbramos al cerebro a hacer algo, al final las neuronas toman la vía directa, es decir, en lugar del camino toman la autopista. Si no utilizamos ciertas partes del cerebro, al final se atrofian", indica Tejero. Para evitarlo y ejercitar este órgano hay múltiples opciones, pero la clave está en encontrar tiempo para ellas todos los días. "Todos sabemos el cambio de ritmo que suponen las vacaciones, hay que intentar tener unas pequeñas vacaciones todos los días. Para ello sirve desde recordar cosas o jugar al ordenador hasta ver una película, salir a dar un paseo o escuchar la radio. El objetivo es romper con la rutina de ocho horas de trabajo", indica Tejero.

Un buen descanso también es importante para velar por la salud cerebral. "Hay que dormir el tiempo suficiente y tener un sueño de calidad en una zona sin ruidos, con la temperatura adecuada", indica Tejero. Durante la noche, el cerebro no descansa y tiene un papel fundamental para la salud humana. Él es el encargado de generar los sueños, que a su vez son fundamentales para recuperar tejido cerebral. Cuando una persona duerme, el cerebro se encarga de desfragmentar la información diaria y eliminar aquello que no sea necesario para comenzar el día a la mañana siguiente.

Como ocurre para muchas otras partes del cuerpo, una alimentación sana y el ejercicio físico también son claves en el cuidado del cerebro. "Hay que seguir una dieta lo más variada posible, pero es cierto que ciertos alimentos como el pescado, los frutos secos o el aceite de oliva contienen una serie de minerales muy buenos para el cerebro", indica el neurólogo Carlos Tejero. Lo mismo ocurre con el ejercicio. "Se han realizado estudios comparando a mayores con alzhéimer que viven en residencias donde hacen actividad física y los que están en centros que no. La conclusión es que los pacientes que hacen ejercicios tardan más tiempo en estar encamados porque el ejercicio permite liberar toxinas", indica este especialista.

A estos consejos, los expertos suman uno de los más importantes: ejercitar siempre el cerebro. Para ello sirve desde leer un libro, hacer pasatiempos o entrenerse con juegos de mesa a tareas tan cotidianas como planificar la compra o contar una anécdota a un amigo. El objetivo, no dejar de mimar al cerebro.