El padre de la niña de seis años que vivía con su madre en Ourense y al que la Audiencia de Asturias dio la guarda y custodia de la menor, señaló ayer que "tiene razones de peso para temer por su integridad física y la de su hija" y a pesar de la decisión judicial hace dos meses que no la ve. El progenitor se mostró "muy triste y abatido" por llevar dos meses sin ver a su hija y, lo peor aún, sin saber dónde y cómo se encuentra. "Llamo al teléfono de mi exmujer esperando con suerte que la niña vea mi número y lo coja para hablar con ella, pero es imposible", asegura.

El padre dice llevar seis años de "calvario" desde que su exmujer con la que convivía en Oviedo se fue sin decir nada a Ourense llevándose a su hija. Al principio estuvo dos meses sin que le permitiera ver a su hija, y sólo posteriormente pudo verla a través de un punto de encuentro familiar de Galicia, al haberlo querido así su exesposa. Desde entonces viajaba a la comunidad para verla respetando las horas y los días de visita.

Relata que su exmujer "jugó con él al agotamiento psicológico y económico, interponiendo procedimiento tras procedimiento" y le decía que "a ella -defendida por su padre- el abogado le salía gratis", y tuvo que "soportar" innumerables denuncias contra su padre, sus hermanos, el abogado que les tramitaba las multas de tráfico y la abogada que le defiende en los temas civiles. Explica que el procedimiento lo inició su exmujer para reducir aún más las visitas, y solo es en el recurso de apelación, a partir del comportamiento de la madre, cuando decide pedir la guarda y custodia.