Médicos y asociaciones de apoyo a mujeres que deciden ser madres en solitario coinciden en que la mayoría de estas mujeres rebasan los 35 años, tienen un trabajo y una economía estable, y cuentan con una red de apoyo -familia o amigos- importante. Pese a las dudas iniciales y a muchos meses o años previos de reflexión, las clínicas aseguran que las madres que dan el paso tienen muy meditada la decisión. Suelen ser mujeres que han dado prioridad a su carrera profesional.