La sangre humana tiene un pH inamovible que es de 7,4. Cuando la sangre, ya sea por una incorrecta alimentación o por un estilo de vida poco saludable, no recibe las vitaminas y nutrientes que necesita y por tanto ve su pH amenazado lo que hace es robar nutrientes a otros órganos (hígado, pulmón, riñón) lo que puede acabar provocando enfermedades graves. "Toda enfermedad comienza con un proceso de acidificación interno", explica Enrique González, especialista en Nutrición Celular y director técnico de BHU, un laboratorio que fabrica complementos alimenticios naturales y que mañana (17.00 horas) ofrece una conferencia en el Hotel Coia de Vigo.

El experto explica que ninguna enfermedad aparece sin previo aviso. "A lo largo de la vida nuestro cuerpo nos envía señales que hay que saber escuchar porque suponen una verdadera oportunidad para actuar y prevenir dolencias más graves". Así, asegura que hay que estar atento cuando una persona sufre frecuentes dolores de cabeza, malas digestiones, estreñimiento, cansancio crónico, insomnio, acné, psoriasis, tensión alta, sobrepeso, dolores articulares o alergias recurrentes. "Una simple prueba de orina que analiza el PH nos indicaría que no se encuentra en su estado ideal", advierte. Así, el experto indica la importancia de cuidar la alimentación y "compensar los alimentos más ácidos con otros más alcalinos". "Nuestra naturaleza es alcalina; son los malos hábitos los que nos acidifican", indica.

De este modo, aconseja evitar los malos hábitos como el tabaco y el estrés e incluir siempre en la dieta alimentos alcalinizantes.