Fue un día crucial en la hazaña de Colón y en la historia de la humanidad. El 1 de marzo de 1493, la tripulación de la carabela "La Pinta", capitaneada por Martín Alonso Pinzón, desembarcaba en tierras gallegas y ofrecía a Europa la primera noticia del Descubrimiento de América. Baiona se convertía en el centro del mundo por unas horas. Igual que lo hizo ayer, con la representación de tan importante hecho histórico a cargo del grupo local Non si? Teatro, que recreó la dramaturgia de la Arribada de Avelino Sierra, dirigido por la artista Mónica Sueiro, ante miles de atentos espectadores, que volvieron a disfrutar de una jornada de gastronomía, artesanía y espectáculos medievales en las calles de la real villa.

La céntrica playa de A Ribeira fue escenario una vez más de la llegada de un pequeño bote cargado de agotados marineros y tres indígenas, uno de ellos moribundo, como prueba de la existencia de las tierras del otro lado del Atlántico. Las pudorosas miradas de los escandalizados vecinos de la época no podían dejar de dirigirse a los cuerpos de aquellos hombres desnudos, mientras los navegantes les contaban que así vivían en sus poblados, en los que habían encontrado oro y se lo mostraban también a los curiosos baioneses, que no dejaban de sorprenderse ante el relato de los desfallecidos tripulantes de la nave de Pinzón, que pensaron "morir una y mil veces" ante las dificultades que las tormentas les impusieron durante el tornaviaje.

Pero al fin se encontraban en el "puerto de acogida siempre abierto" de Baiona y la noticia del Nuevo Mundo debía propagarse sin demora. Así que el corregidor enviaba dos mensajeros a caballo a la corte de los Reyes Católicos para transmitirla. Y los aplausos del entregado público cerraron un año más el acto central de la emblemática fiesta de Baiona, que como "pueblo colombino" aspira a la candidatura de patrimonio de la humanidad por parte de la Unesco, junto con sus hermanos andaluces Palos de la Frontera y Santa Fe de Granada.

La multitud se disolvió en cuestión de minutos y se dirigió de nuevo al casco histórico, donde mercaderes, artesanos, mesoneros y juglares les ofrecieron una segunda jornada festiva, en la que no faltaron las muestras de maquinaria de guerra, "olimpiadas medievales", escritura gótica, teatro de sombras, tiro con arco, torneo de justas de caballeros y demostraciones de cetrería, "matasanos" y magos.

Tres detenidos y numerosos heridos durante la noche

Como en cualquier fiesta multitudinaria, las incidencias policiales y sanitarias se sucedieron especialmente durante la madrugada de ayer. La Policía Local de Baiona informó de hasta tres detenciones por altercados "sin mayores consecuencias", dos de ellos por desórdenes públicos en el atrio de Santa Liberata y otro en la parada del autobús de Alférez Barreiro.

Las ambulancias no pararon. Trasladaron a urgencias a cinco personas por intoxicaciones etílicas, tres por contusiones producto de peleas, dos por heridas ocasionadas por caídas y uno por cortes.

No faltó el vandalismo con destrozos en puestos del mercado ni tampoco los descuidos, como el del dueño de un BMW que resultó inundado por la pleamar tras quedar estacionado en la rampa del puerto pesquero.