La última campaña oceanográfica del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en el Banco de Galicia -en el marco del proyecto Life+Indemares- descubrió el pasado verano una nueva especie de cangrejo de profundidad. Se trata de un pequeño crustáceo de color anaranjado y de no más de 7 centímetros de longitud. Esta especie vive a más de 1.400 metros de profundidad sobre corales y gorgonias, muy comunes en el Banco de Galicia donde forman unos hábitats muy característicos. Después de diversos estudios realizados por Keiji Baba y Enrique Macpherson, investigadores de la Universidad de Kumamoto y del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CSIC) respectivamente, se confirmó la existencia de una nueva especie: Uroptychus cartesi.

La campaña -denominada BANGAL 0711- se desarrolló a bordo del buque oceanográfico Miguel Oliver y estuvo dirigida por el investigador del Centro Oceanográfico de Santander del IEO, Alberto Serrano.

Los investigadores describen la especie en su artículo "A new squat lobster (Crustacea: Decapoda: Anomura: Chirostylidae) from off NW Spain", publicado en la revista Zootaxa. Baba y Macpherson explican que ésta es la quinta especie de una familia muy poco diversa en las aguas atlánticas europeas, la familia Chirostylidae. A pesar del parentesco, el desconocido crustáceo dista mucho de sus parientes europeos y se asemeja más al Uroptychus armatus que habita el Mar Caribe.

El nombre concedido a este pequeño cangrejo, Uroptychus cartesi, está dedicado a Joan E. Cartes, investigador del Instituto de Ciencias del Mar de Barcelona, por su importante contribución al conocimiento de la fauna de aguas profundas ibéricas.

La directora de la Fundación Biodiversidad, Sonia Castañeda, informó sobre este hallazgo ayer en un seminario sobre los resultados científicos del proyecto Life + Indemares y puso de manifiesto la importancia del estudio de los ecosistemas marinos y el uso sostenible que se puede sacar de ellos.

Este proyecto, que se encuentra en su última fase tras cuatro años de investigación, culminará con un proceso de participación pública y con la declaración de gran parte de la Red Natura 2000 Marina en España.

Castañeda destacó también que uno de los grandes pilares del proyecto es la unión de varios actores como la administración pública, institutos de investigación, entidades conservacionistas y los usuarios del mar, destacando el sector pesquero, imprescindible en esta fase final. Asimismo, señaló que el enfoque de participación y colaboración con el que nació el proyecto, dotado de un presupuesto de 15,4 millones de euros y cofinanciado por la CE en un 50%, debe ser la clave para su viabilidad social y económica.

Indemares abarca el estudio de 2,5 millones de hectáreas y tiene tres patas claves: declaración de zonas de especial protección para la aves, estudio de cetáceos y tortugas marinas y hábitats de profundidad. Para la directora de Biodiversidad, los estudios sobre la áreas marinas arrojan resultados científicos determinantes sobre los valores ecológicos y de protección de estas zonas.

Durante estos cuatro años de trabajo se han realizado 110 campañas oceanográficas con más de 300 personas implicadas y 200 investigadores.