La emoción de recorrer los maizales en un silencio que solo rompen los grillos es algo que no se olvida. Cristina Fernández-Armesto lo hacía con sus hermanos de niña, en la granja de sus abuelos, la Casa Grande de Xanceda. Aquellos felices recuerdos le llevaron este verano a crear en esta misma granja gallega, que ahora regenta, el primer laberinto de maíz ecológico de España. Se trata de un sinfín de caminos con cruces y salidas falsas que recorren durante un kilómetro un maizal con plantas de más de 2 metros de altura en una extensión de 6 hectáreas.

Junto a los recuerdos de su infancia, la idea de crear este laberinto, que lleva abierto dos semanas, le surgió a Cristina también al visitar junto a su pareja, que es inglés, las granjas de Gran Bretaña. "Allí es muy habitual que se abran las granjas al público y hay mucha tradición de laberintos. Todos los años millones de persona esperan ansiosos a que llegue el mes de septiembre para que el maíz esté lo suficientemente alto como para poder inaugurar la temporada", explica.

Con la maleta cargada de ideas, se armaron de un mapa y dibujaron los cruces y salidas falsas que luego trazaron en el maizal. "Aún se puede perfeccionar, pero a la gente le está gustando mucho", asegura Cristina. Además, para que el recorrido sea aún más interesante para niños y mayores, han colocado claves que ayudan a escoger el camino correcto.

Los visitantes pueden conocer de primera mano lo que significa un maizal ecológico. "No ha sido tratado ni con herbicidas ni con insecticidas ni con abonos químicos, por lo que uno se encuentra otras plantitas junto al maíz, además de insectos", apunta la dueña.

A la salida del laberinto, a los "exploradores" les espera un rico yogur ecológico que se elabora con la leche de las vacas de la granja, que es en la actualidad el segundo mayor productor de lácteos ecológicos de España.

Hace dos años decidieron abrir la granja al público y los visitantes pueden ver a los terneros, conocer cómo se elabora el yogur, visitar la huerta y el parque de pacas, uno de los favoritos de los niños. "Es una manera de que la gente conozca lo que hay detrás de un producto ecológico, que pasa muchos controles para poder llevar esa etiqueta".

Viaje a Canadá en busca de vacas frisonas

Poco podrían imaginar los abuelos de Cristina, Felipe Fernández-Armesto y Victoria, lo lejos que iba a llegar su granja cuando, en los años 60 se embarcaron a Canadá para traerse a Galicia veinte vacas frisonas. "Mi abuelo era periodista y había viajado por todo el mundo pero su mayor sueño era, al jubilarse, dedicarse a la ganadería; y así lo hizo", relata Cristina, que cogió el relevo de sus abuelos hace seis años.

Actualmente, la Casa Grande de Xanceda, ubicada en Mesía (A Coruña), produce leche, yogures y quesos ecológicos únicamente con la leche sus 380 vacas ecológicas. "Cuando tomamos el mando la nueva generación decidimos que teníamos que convertir la granja en ecológica; un cambio que nos era relativamente fácil porque ya tratábamos con especial mimo a las vacas, que salen a pacer todos los días a los prados, y su alimentación es cosechada de forma ecológica en la propia granja", describe.