Familia Ortega, la discreción es la norma por excelencia de todo lo que les rodea. Hasta última hora de la tarde de ayer nada se sabía del modelo con el que la hija del hombre más rico de España, Amancio Ortega, despediría su soltería. A su llegada al pazo de Drozo – lugar en el tuvo lugar la celebración, que reunió a un total de 190 invitados–, los fotógrafos pudieron captar la primera imagen. Después, desde Inditex se facilitó un boceto del modelo al completo.

Al igual que en otros detalles de la boda –como la decoración del comedor o las flores–, la novia tuvo mucho que decir sobre el vestido con el que dio el sí quiero. Aunque desde un principio se rumoreó que el vestido sería made in Inditex, finalmente se supo que el diseño corrió a cargo del modisto americano Narciso Rodríguez, un gran amigo de Marta. "El diseño se elaboró a partir de una idea de la novia. Ambos trabajaron conjuntamente con ilusión para cumplir hacer realidad el sueño de Marta", señalaban fuentes del entorno de la heredera del imperio Inditex.

La novia lució un vestido de seda, con corte al biés, decorado con pequeños bordados y escote en pico. La sencillez, de nuevo, marcó el vestido elegido por Marta Ortega. La joven lució además un pequeño velo que caía hacia atrás –sin cubrir en ningún momento el rostro– de un pequeño recogido.

El autor del traje, nacido en Nueva Jersey aunque de padres cubanos con orígenes canarios, tiene una amplia y exitosa carrera detrás. Narciso Rodríguez estudió en la Escuela Parsons de Diseño de Nueva York –una de las más prestigiosas a nivel internacional– y saltó a la fama en 1996, cuando fue elegido por la fallecida Carolyn Bessette para que la vistiera en su boda con John F. Kennedy.

La primera colección de este modisto, sin embargo, no llegaría hasta justo un año después. En 1997 presentaba su primera línea en Milán, con gran éxito entre la crítica. Prueba de ello es que la prestigiosa firma Loewe lo fichó en seguida y lo contrató como director creativo de su colección de prêt-a-porter femenina. El famoso modisto desempeñó este puesto hasta verano de 2001. Además, en el año 2003 ganó el premio CFDA al mejor diseñador de ropa femenina del año, un galardón considerado como los Óscar de la moda.

Marta sabe bien a quién encargarle un vestido tan importante como el de su boda.

Rodríguez está considerado como parte de una generación de diseñadores –junto a John Galliano, entre otros– que ha revolucionado el mundo de la moda. En Estados Unidos es uno de los diseñadores más conocidos, pese a que su fama en España tardó en llegar.

En cuanto al ramo de la novia, el modelo elegido también destacó por su sobriedad. Para su diseño, la heredera del imperio Inditex optó por el florista belga Thierry Boutemy, mundialmente conocido por haber confeccionado marcos de pétalos para desfiles de Lanvin, realizado instalaciones para firmas como Dior y colaborado con Mario Testino en las fotografías de Lady Gaga para la edición estadounidense de la revista Vogue. Él también fue el encargado del diseño floral de las mesas y de la carpa instalada en el pazo propiedad de Amancio Ortega con motivo de la ceremonia religiosa y el convite del enlace.

Pero los flashes de la jornada no se centraron únicamente en Marta Ortega. El novio también acaparó el interés. Con traje negro, camisa blanca y corbata oscura –modelo diseñado en la firma Massimo Dutti, una de las marcas del imperio Inditex–, Sergio Álvarez Moya solo rompió la sobriedad del traje con una pequeña flor de color blanco en la solapa de la chaqueta. El joven se mostró muy sonriente tanto a la salida de la casa de los Ortega en el Parrote –de donde salió la pareja de novios, aunque cada uno en su respectivo vehículo– y no dudó en saludar a la prensa y los curiosos asentados en la puerta del pazo de Drozo.

A su lado, tal y como manda la tradición, su madre, Margarita Moya, ejerciendo de madrina. La asturiana eligió para la cita un sencillo vestido a juego con una chaqueta en tonos grisáceos. En cuanto al pelo, la madre del novio optó por un recogido y un pequeño tocado a un lado.

La sobriedad y la sencillez marcaron también el modelo elegido por el hombre que, según la revista Forbes, es el más rico de España: Amancio Ortega, fundador del imperio textil Inditex. Muy sonriente en su papel de padrino, fue el apoyo que necesitó Marta para afrontar con tranquilidad la entrada en el pazo, rodeado de numerosos curiosos y hasta una decena de paparazzi de todo el país. Amancio Ortega eligió también un traje de chaqueta oscuro y camisa blanca. El tono original, en la corbata: oscura, pero con pequeños dibujos unos de tonos más claros que otros.

Esta vez, fueron los propietarios del imperio Zara y no las modelos quienes parecían estar en la pasarela.