Hablar de primera vez resulta adecuado para referirse a la última producción del Centro Dramático Galego, "A ópera dos tres reás", que se estrenará mañana en el Auditorio de Galicia en Santiago. Porque será la primera vez que la compañía pública gallega se embarque en un espectáculo musical de gran formato y también la primera que la obra que concibieron Bertolt Brecht y Kurt Weill se represente en Galicia. Para Luis Tosar, su protagonista, no será la primera vez sobre las tablas, aunque él mismo reconoció ayer que hacía "bastante tiempo", alrededor de cinco años, que no se subía a un escenario teatral y "ya le tenía muchas ganas al teatro musical, teatro con canciones o como se le quiera llamar".

Quico Cadaval, el responsable de dirigir el proyecto "más ambicioso" –en palabras de la directora del Centro Dramático Galego, Blanca Cendán– que asume la compañía institucional gallega, explicó que "La ópera dos tres reás" –que no es una ópera aunque la música y el canto jueguen un papel importante– es un "clásico del siglo XX" y una "obra referencial". Además, añadió, es "teatro político". Esas dos palabras juntas, teatro y político, ironizó, "suelen asustar a los espectadores, que prefieren ir al bar de enfrente".

No obstante, Blanca Cendán confía en que lo que considera un "sueño cumplido" con el apoyo del conselleiro, Roberto Varela, de la Fundación Gaiás y de Novacaixagalicia, sirva para "apostar por la universalidad del teatro gallego gracias al "gran valor de producción" que representa Tosar. No en vano, la obra se va a exportar fuera de las fronteras de la comunidad –al tratarse de un espectáculo de gran formato, no todos los recintos pueden acogerlo, aunque Vigo podrá disfrutarla en septiembre– e incluso se negocia con Argentina.

Varela defendió que la obra, escrita al final de la República de Weimar, en medio de la crisis económica y social que propiciaría la llegada al poder del fascismo, su "vigencia" y "actualidad" al "hablar de la parte oscura de las personas, de la injusticia". Para Cadaval la obra "que tiene algo de carrusel", y "habla del mal" a través de una acción que discurre a lo largo de 45 vertiginosas horas en los bajos fondos de una ciudad, en un mundo habitado por delincuentes, mendigos, prostitutas y policías corruptos, además del gángster Mackie da Faca, al que da vida Tosar.