Abanderado de los movimientos de renovación de la Iglesia, Victoriano Pérez Prieto (León, 1954) admira la figura de Prisciliano, “un símbolo necesario de la construcción de la identidad gallega”. Víctor Freixanes y Pilar García Negro apadrinaron ayer en A Coruña la salida de “Prisciliano na cultura galega” (Galaxia), el último libro de este exclaustrado enfrentado a la autoridad eclesiástica.

-¿Tiene sentido hablar de Prisciliano 1.600 años después?

-Absolutamente, porque su memoria sigue viva y porque fue una de las figuras más importantes de la cultura gallega, como reconocieron Otero Pedrayo o Castelao.

-¿Se considera usted priscilianista?

-Es difícil de responder. No soy un particular seguidor pero estoy de acuerdo con los postulados de Prisciliano, que durante siglos se le tachó de hereje y hoy está rehabilitado porque lo que decía no tenía nada que ver con las acusaciones que se vertiron en varios concilios. Hoy, que conocemos sus escritos, vemos que sus postulados no iban por donde se le atacó.

-¿La Iglesia de hoy dista mucho de la de Prisciliano?

-Prisciliano quería una Iglesia más próxima al Evangelio, una Iglesia de iguales en la que nadie estuviese por encima y los ministerios se planteen desde el servicio y no desde el poder o la autoridad y, precisamente, por esa razón, en el priscialianismo la mujer tenía los mismos derechos que los hombres, y una de las cosas por las que los condenaron es por permitir el acceso de las mujeres a la teología y por tener un papel preponderante.

-Una priscilianista de pro fue la monja Egeria.

-Sí, aunque en tiempos no se dijo, hoy está bastante claro que era de los círculos de Prisciliano.

-Una gran viajera.

-Sí, una gran viajera, lo que significa que era una mujer muy libre porque imaginar en aquel tiempo que una mujer sola peregrinase hasta Jerusalén es que era muy independiente y con mucha seguridad en sí misma.

-¿Por qué Prisciliano “es un símbolo necesario en la construcción de la identidad gallega”?

-Porque hablar de Prisciliano es hablar de los fundamentos de la cultura gallega, que en el siglo IV tuvo un gran florecimiento. Además de Prisciliano hubo figuras como la misma Egeria, Paulo Orosio o Vaquiario, y la cultura gallega nació precisamente entonces como reacción al priscilianismo -a favor o en contra-, con grandes escritores y teólogos, lo cual significa que la cultura gallega no es una cosa de hoy ni siquiera un invento decimonónico, sino que tiene una hondas raíces. Además, Prisciliano pasó a la Historia como símbolo de un cristianismo que quiere estar identificado con la tierra gallega y los gallegos. En definitiva, Prisciliano fue un hombre revelde contra todo tipo de autoritarismo, también una de las características de los gallegos, y por eso fueron perseguidos y sufrieron desde los Irmandiños hasta los mártires de Carral.

-¿Hoy hay persecuciones en el seno de la Iglesia?

-La Iglesia tiene una mentalidad conservadora, autoritaria y jerárquica pero hoy a nadie le cortan la cabeza, aunque cualquier crítica profética significa ser marginado de puestos de responsabilidad.

-¿Es Prisciliano quien está enterrado en la tumba del Apóstol?

-Eso no se puede afirmar. Es improbable que sea la tumba de Santiago pero es imposible que sea la de Prisciliano. El culto jacobeo es del siglo VIII y el culto a Prisciliano y a sus mártires es del IV. Es decir, durante 400 años hubo aquí más culto al priscilianismo que al jacobeo.

-¿El Camino de Santiago es el camino de Prisciliano?

-El Camino de Santiago fue fuente de cultura y de espiritualidad durante siglos; ahora bien, el actual camino jacobeo sigue el antiguo camino de Prisciliano que siguieron sus discípulos, sus seguidores y sus compañeros mártires ejecutados con él en Tréveris.

-¿Seguirá celebrando misa?

-Sí, ¿por qué no?

-Se lo prohibió el arzobispo.

-Hay que saber interpretar esas afirmaciones episcopales y yo sé interpretarlas.

-¿Está casado y secularizado?

-Estoy casado, no secularizado.

-¿Un cura lo es para siempre?

-Evidentemente.