La "revolución sin precedentes" que supone para la ciencia la aplicación de los nuevos materiales al desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza, fue reconocida ayer con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, concedido a los cinco investigadores que lideran este campo.

La candidatura ganadora está integrada por el ingeniero estadounidense Robert Langer y por sus compatriotas químicos Tobin Marks y George M. Whitesides, así como por los japoneses Sumio Iijama (físico) y Shuji Nakamura (ingeniero) y fue propuesta por el químico Amador Menéndez, que formaba parte del jurado.

El acta del jurado, a la que dio lectura su presidente, el cirujano Enrique Moreno, destaca que los cinco científicos premiados se han convertido en "referentes universales" en la Ciencia de Materiales y la nanotecnología.

Así, entre sus descubrimientos figuran los nanotubos de carbono, los diodos emisores de luz (LEDs), biomateriales que posibilitan la liberación inteligente de fármacos, la producción de tejidos y órganos para trasplantes o la fabricación de materiales en la nanoescala y el desarrollo de nuevos plásticos y materiales reciclables.

Estas técnicas resultan, según el jurado, "fundamentales para el desarrollo sostenible del planeta y la lucha contra la pobreza" y contribuye "de forma decisiva" al ahorro energético y a la utilización de nuevas fuentes de energía.

Los nuevos conocimientos básicos y las técnicas y descubrimientos realizados por este grupo de científicos y las "fascinantes" tecnologías que han desarrollado están impulsando, destaca el acta, "una revolución sin precedentes" y resultan "de trascendental importancia para el progreso de la Humanidad".

A las últimas rondas de votaciones del jurado llegaron también la microbióloga estadounidense Rita R. Colwell, y los bioquímicos Erik de Clercq y Antonín Holy, belga y checo, respectivamente, por sus hallazgos sobre enfermedades virales como la varicela y el herpes.

El físico japonés Sumio Iijima, al que se adjudicó hoy el premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, dijo a Efe que se siente "muy contento" porque es un "gran honor" recibir un galardón "tan prestigioso".

El científico Iijima, que trabaja en la Universidad de Meijo de Nagoya, en el centro de Japón, apuntó que recibir el Príncipe de Asturias significa que su trabajo ha sido "reconocido internacionalmente". El científico japonés quiso felicitar a los otros cuatro científicos premiados y aseguró que desea acudir a España para recibir el premio, apuntó que el Príncipe de Asturias servirá para "promover la nanotecnología".

Apoyo Nobel

Científicos de todo el mundo, algunos de ellos galardonados con el Nobel, como Roald Hoffmann, Rober Grubss o Harold Kroto, apoyaron por escrito la candidatura de los cinco investigadores que trabajan en la creación de nuevos materiales que ayer fueron distinguidos con el Premio Príncipe de Asturias.