Las asociaciones de consumidores se mostraron satisfechas con la retirada de "Depuralina" y han pedido a las administraciones que regulen los productos dietéticos. Así, FACUA advirtió de que antes de la retirada de la "Depuralina" había recibido muchas quejas de consumidores al considerarlo un "producto-milagro", ya que en su publicidad se atribuye a propiedades adelgazantes, una práctica contraria a la normativa vigente desde hace doce años.

Del mismo modo, la asociación apuntó la necesidad de que se determine si se trata de un producto o de un fármaco "porque sería aún más grave".

De igual modo piensa la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), quien pidió la regularización de este tipo de productos que carecen de una normativa propia ya que no son ni alimento ni fármacos, una "laguna que aprovechan los fabricantes".