"Mi casa está a salvo, pero tengo un pequeño galpón de trabajo que me mandan derribar y por no hacerlo ya me han llegado varias multas", explica Fran Calvo, vecino de Enrique López Patricio y cuya vivienda esquiva la línea de protección de Costas por muy poco. Sin embargo dentro de su finca tiene una nave de trabajo, en la que guarda sus aparejos, que está obligado a tirar. "Esta casa es el sueño de toda mi vida", explica Fran Calvo, quien a pesar de que no sufre el mismo grado de preocupación que su vecino Enrique López, lamenta también esta "injusticia", porque "estas casas se levantan con toda una vida de trabajo, es algo por lo que te sacrificas desde pequeño, y ellos te la pueden tirar en cinco minutos", argumenta. "Tengo 43 años y empecé a hacerla con 19", explica. Para este vecino y para su amigo Marcos Otero, con el que comparte vivienda, el problema "es político", por lo que lamentan que las Administraciones públicas no lleguen a acuerdos para solventarlo. "Es una injusticia para todos los vecinos", asevera Marcos Otero.