La de ayer volvió a ser una mañana complicada en el servicio de Urgencias de Montecelo, en el que acumularon numerosos pacientes, tal y como había ocurrido el resto de días desde el pasado lunes, cuando comenzó a registrarse una elevada afluencia de enfermos al hospital.

Tal y como confirmaron ayer trabajadores del servicio, las esperas se repitieron y superaron las 20 horas para proceder al ingreso de algunos de los usuarios que habían llegado al hospital el día anterior. Ya fueron mayores, de casi 48 horas, entre martes y jueves.

Afortunadamente, el comienzo de la tarde de ayer alivió la situación de modo considerable, con un número menor de pacientes aguardando para ser atendidos. Alrededor de las ocho ya solo quedaba uno pendiente de ingreso.

Se cumplen cinco días ya de "caos" en el servicio, en palabras de los trabajadores, que echan en falta un espacio más grande para poder atender a la población. Esta elevada afluencia en una época del año en la que no es habitual, ya que la más complicada es siempre la de invierno con la gripe, se debe, explica el personal de enfermería, al cambio brusco de tiempo y subida de temperaturas. Con él se agudizan los problemas respiratorios y las alergias propias de la primavera.

La mayoría de los pacientes son mayores, de ahí que las largas esperas en camillas y en los pasillos terminen enfadando a sus familiares e incomodando al propio personal.

Desde el Sergas se recuerda que para evitar esperas innecesarias se siga el orden aconsejable de asistencia a los centros de salud, priorizando primero al médico de cabecera y, en su defecto, el servicio de Urgencias en el Punto de Atención Continuada, PAC. Solo los casos más agudos o graves deberían llegar al Hospital Montecelo, así como los derivados por los propios facultativos por requerirse pruebas específicas.

La afluencia media diaria de pacientes al hospital pontevedrés fue de 170 durante toda la semana, reduciéndose de forma importante ayer por la tarde. Los trabajadores mostraron su preocupación por que el fin de semana se repitiese la situación, ya el personal se reduce por los turnos de libranza. El número máximo de usuarios que la plantilla actual es capaz de atender con cierta comodidad, especialmente para los enfermos, es de 130, por lo que estos días se ha superado en un 30 por ciento esa cantidad. Insisten en que el principal problema es la capacidad de las instalaciones del propio servicio.

El que todos los boxes y áreas anexas a Urgencias, como la de Recuperación se encuentrasen completamente llenas tampoco encontró liberación en las plantas del hospital, con todas las camas ocupadas y a la espera de que otros pacientes dejasen sus plazas libres.

Precisamente, esta semana el sindicato de trabajadores del CHOP Prosagal avanzó que la gerencia tiene previsto cerrar entre junio y octubre decenas de camas, con máximos de 83 en los meses centrales del verano. Para ello ha convocado una manifestación para el próximo 16 de mayo a la que invita a participar a toda la ciudadanía para mostrar su rechazo a la reorganización estival de los recursos de la sanidad pública.