La administración ha de redoblar los esfuerzos para ayudar a las microempresas, que constituyen uno de los grandes nichos de empleo, en sus procesos de internacionalización, una implantación en el exterior que más que una elección es "ya una necesidad". Es una de las principales conclusiones de la Jornada Internacional de la Microempresa, un encuentro que llegó ayer a su segunda edición y que convocó en Pontevedra a representantes de institutos oficiales de comercio, instituciones públicas, grandes consultoras, gerentes de empresas etc de distintos países.

Enrique Domínguez Lino, delegado en Galicia de la Asociación Española Multisectorial de Microempresas (AEMME), organizadora del encuentro, ejerció de anfitrión de las jornadas que, señaló, "han sido un éxito, hemos tenido la suerte de que asistiesen ponentes de las instituciones que se dedican a la ayuda y al desarrollo a las pequeñas y medianas empresas" en su orientación internacional para buscar oportunidades en diferentes países. Asimismo, "también se nos ha hablado de las bases fundamentales que hay para poder abordar las situaciones fiscales en otros países".

La reunión tuvo lugar en el Liceo Casino y arrancó con la mesa redonda "Herramientas de ayuda a la microempresa" en la que participaron Juan Feijoo, del Instituto Galego de Promoción Económica, Isabel Fernández, del Instituto Español de Comercio Exterior, Débora Ramonde, del consorcio de la Zona Franca de Vigo, y Marcos Piñeiro, de Ernst & Young, en un encuentro que moderó Francisco Álvarez, director de Efecto Vandyck.

Tras esta primera puesta en común intervinieron empresarios de diferentes países de Latinoamérica y de Europa con negocios en Chile, México, Perú, Argentina, Colombia e Italia, caso de Jorge Maccanin CEO (acrónimo en inglés de Chief Executive Officer, que hace referencia al principal responsable de la gestión y dirección de una organización) de la firma de cosmética Mia, Jaime Orellana, CEO de Atenos, del sector de la ingeniería chilena, y Jorge María Serra, CEO de Hab, del sector de represas de Italia y Chile.

También estuvieron presentes firmas gallegas que ya han puesto en marcha sus respectivos proyectos de internacionalización, en este caso en la mesa redonda titulada "La microempresa sin fronteras", y de convocó a Rafael Tourón, de PsicoVR y a Carlos Conde Gil, de Carlos Conde peluqueros. Ésta es, precisa Domínguez Lino, "un ejemplo de franquicia pontevedresa que ya tiene más de 50 franquicias entre Portugal, España y Francia".

Desde distintas perspectivas y experiencias los ponentes incidieron en que "la internacionalización para la microempresa es la clave", señala Enrique Domínguez Lino. En Galicia en los últimos 4 años, según AEMME, 440 empresas han puesto en marcha programas de expansión en otros países "pero en volumen seguimos prácticamente manteniendo la misma cifra de negocio en la exportación de la pequeña y mediana empresa, volumen que en estos últimos años solo ha crecido en 1 millón de euros".

Oportunidades en Perú

La conferencia magistral de la jornada corrió a cargo del consejero económico comercial de Perú en España, Bernardo Muñoz Angosto. Éste incidió en que en su país "España está de moda, con esto quiero decir que es un país estratégico, el que más turistas nos manda, el que más compra nuestros productos y el que más invierte. Las pequeñas empresas y las microempresas tienen una gran posibilidad porque hay un efecto de arrastre".

Explicó que en estos momentos cerca de 900 empresas "ya están instaladas en el país. Lo que tiene que hacer la pequeña expresa es internacionalizarse, nosotros en algún momento tuvimos que elegir entre exportar o morir porque la situación era muy compleja, y a raíz de eso se armó toda una estrategia. La tecnología, el emprendimiento y el desarrollo que tiene España es perfecto para las pequeñas empresas en Latinoamérica".

Se refirió a coincidencia en el idioma y la influencia cultural y a que "tenemos barreras mucho más bajas que otros países, no aprovechar esta oportunidad con todo el apoyo que tiene, la tecnología y las ganas que tienen los nuevos emprendedores, es perder el tiempo".

A propósito de los nichos de actividad económica que serían más interesante, Bernardo Muñoz indicó que su país apunta para crecer a las infraestructuras y la grandes inversiones en minería, gas, petróleo y otras energías que quizás no serían tan relevantes para las microempresas, "pero además está la parte productiva, todo lo que es madera, agricultura y pesquería que ustedes dominan".

También les augura un buen futuro en Perú a las empresas emergentes (startup), de innovación tecnológica "y todo lo que es el servicio aplicado al cliente, que ustedes tienen muy desarrollado".