La parroquia de Cerponzóns está hoy de cumpleaños. Si hubiera una tarta con velas para soplar, los vecinos tendrían que apagar nada más y nada menos que 999 velas. Al menos esta es la cifra que maneja la asociación de vecinos O Chedeiro, que toma como referencia la más antigua referencia escrita que existe sobre la parroquia y que data del 30 de marzo de 1019. Por lo tanto, tienen todo dispuesto para celebrar, el año próximo, sus mil años de historia.

Una celebración que vienen preparando desde hace tiempo con distintas actividades pero, el hecho de alcanzar estos mil años de historia en 2019 les ha llevado a tener una especial ansia por recuperar y proteger su patrimonio. Y para celebrar estos 999 años que se cumplen hoy, O Chedeiro quiere anunciar la recuperación de dos cruceiros que hace tiempo existían en la parroquia pero que desaparecieron con el paso del tiempo.

La asociación vecinal logró, gracias a la colaboración de la Diputación de Pontevedra, la donación de dos cruceros que serán ejecutados por la Escola de Canteiros que depende del ente provincial. Los cruceiros serán colocados en los lugares de Tilve y se intentará respectar al máximo la ubicación de los que hace ya muchos años estaban allí enclavados.

Estos dos nuevos cruceiros recordarán a los desaparecidos. El primero es el "cruceiro de Mogos", del que ya se tiene constancia de su existencia por escritos anteriores a 1884. Se ubicaba donde actualmente está el cementerio de San Vicente de Cerponzóns cuando todavía este no existía y en donde se encontraba también la antigua rectoral o "casa del cura" de la parroquia. Unos tiempos en los que todavía no se había levantado el camposanto dado que los enterramientos se realizaban dentro del propio templo o en la zona del atrio.

Cementerio judío

Según explican desde O Chedeiro, en la memoria de los más mayores del lugar tambiénse recuerda la existencia de enterramientos judíos, en la zona en la que ahora están las escalinatas. Regresando al camino de Mogos, las procesiones salían por ahí y llegaban al desaparecido cruceiro, en donde, a su pie, eran enterrados los niños que morían su bautizar. Allí las procesiones daban la vuelta y regresaban a la iglesia. Las averiguaciones realizadas por O Chedeiro indican que el cruceiro rompió o fue destruido durante la época de la Guerra Civil.

El segundo cruceiro que se va a recuperar es el de A Chanciña. Había un pequeño camino, una "corredoira" que pasaba al lado del cruceiro y que se usaba como lugar de paso, entre otros puntos, hacia Verducido. Los más ancianos del lugar comentan que sus abuelos todavía recuerdan como por ese camino se llevaba el órgano de la iglesia de Cerponzóns para celebrar la fiesta del patrón en Verducido y luego lo traían de regreso cargado a la espalda. Lo último que se recuerda del cruceiro es que estaba sin cruz y se cree que la base todavía puede estar enterrada en el sitio en el que se erigía pues hay mayores que todavía recuerdan, como de niños, si se limpiaba con el pie la zona aparecía todavía la piedra que sostenía el cruceiro.

Cruceiro de Ponte Malvar

La actuación se enmarca dentro del plan de dinamización cultural de la parroquia para poner en valor los elementos más destacados del patrimonio natural y cultural de Cerponzóns. En este sentido, los vecinos están impulsando medidas para proteger otros elementos de su patrimonio como el conocido como Ponte Malvar, en un tramo antiguo de la Nacional 550 y dar realce también a otro cruceiro que se encuentra allí y sí que sigue en pie.