Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ana María Rey: "Todo lo que pensamos son órdenes al cerebro que se reflejan en nuestro cuerpo"

La experta, que ha impartido en la Uned un curso sobre "Cómo combatir la ansiedad", constanta que la crisis la ha hecho más patente

La psicóloga Ana María Rey.

El centro de la Uned de Portas fue escenario del monográfico dedicado a la ansiedad que impartió la psicóloga Ana María Rey, una oportunidad para saber más de nuestra salud mental y aprender estrategias para hacer frente a ese estado que genera tanta infelicidad en la sociedad contemporánea.

- ¿Qué es en realidad la ansiedad?

-Una emoción básicamente, una emoción muy primitiva, muy primaria, la ansiedad normal es la que nos ayuda a estar en estado de alerta, a responder a determinadas situaciones que podríamos interpretar como una amenaza. Lo que sucede es que esa respuesta ha de ser muy puntual, ante un examen, o como yo ahora (sonríe) ante una entrevista, eso hace que nos activemos de una determinada manera para responder a las demandas de esa situación, pero cuando esa forma de responder ya no es ante un peligro o un reto real sino ante una situación futura que anticipamos como peligrosa es cuando se vuelve algo patológico, desadaptativo.

- ¿Se multiplican este tipo de casos?

-Sí que es algo que cada día vemos más, la mayoría de las demandas de atención psicológica por parte de los pacientes que vienen a consulta tiene una base de ansiedad, de modo que primero tienes que tratar esa ansiedad y después atajar el resto, pero la sociedad en la que vivimos, que implica ser cada vez más perfectos y en la que nos autoexigimos más, sí que repercutirá en una ansiedad desadaptativa.

- ¿Es la ansiedad un trastorno mental?

-Cuando llega a ese nivel desadaptativo sí que ya es patológico, un trastorno mental, y además es la base de numerosos trastornos, en el caso de los niños podríamos hablar del trastorno de ansiedad por separación, mutismo, de las fobias, porque bajo cualquier fobia hay una ansiedad frente a algunos estímulos, por ejemplo en las fobias específicas ante un animal o ante una situación como volar.

- ¿Nuestra sociedad promueve la enfermedad mental?

-Es que nos exige cada vez más, todos tenemos que tener un trabajo más o menos bien remunerado y nos exigimos eso, como nos exigimos el viajar como hacen los demás, en general nos planteamos unas demandas que no siempre nos interesarían si no fuese porque nos están llevando a esta vorágine.

Los efectos de la crisis

- ¿La crisis ha aumentado este tipo de dolencias?

-Las ha hecho más patentes, creo que de alguna manera el problema estaba ahí, porque cada vez más queremos ir a un ritmo vertiginoso, pero cuando nos ponemos objetivos más inalcanzables de lo que es lo razonable aparece todo eso: queremos comprarnos un piso, un coche de alta gama, viajar? Y, claro, si tenemos trabajo y podemos responder a esas altas demandas todo irá más o menos o no será tan patente la ansiedad, probablemente esa ansiedad y ese estrés estén ahí pero realmente se hacen patentes cuando esos objetivos nos son mucho más difíciles de conseguir. La crisis nos ha llevado a cambiar en muchos casos nuestros hábitos de consumo, de ocio, y ahí la presión cada vez aumenta más porque ya no tenemos la estabilidad que teníamos ni los planes de futuro que antes podríamos imaginar y además cuanto más perfeccionistas somos y más autoexigentes más estará presente la ansiedad.

- ¿Cómo se trata la ansiedad?

-Lo más importante es detectar aquellos pensamientos automáticos que nos están llevando a percibir situaciones alarmantes donde no las hay, también llamadas distorsiones cognitivas. Como esos pensamientos son automáticos muchas veces no nos damos cuenta de ellos, pero sí podemos percibirlos con ayuda psicológica. Lo que hace la terapia cognitiva-conductual es, primero informar a la persona con trastorno de ansiedad de cómo funciona esa dolencia, cómo en la base están esos pensamientos automáticos, cómo detectarlos y frenarlos, porque si son automáticos son muy irracionales y lo que hay que hacer es buscar una base racional del pensamiento y analizar si lo que estoy pensando es real. Un buen ejemplo es pensar cuando no nos saluda un conocido por la calle y empezamos a pensar en si se habrá enfadado con nosotros, si le habremos molestado en algo etc, cuando deberíamos pararnos y pensar si realmente esas son las únicas posibilidades o las más probables.

- ¿Sentimos físicamente nuestras emociones?

-Sí, de las emociones vienen problemas estomacales, cervicales, musculares, crisis de pánico etc. En momentos en los que uno siente miedo el cuerpo va a responder a esa orden mental acelerando la respiración, el pulso, tensando los músculos, nos va a preparar para la huida, todo lo que pensamos son órdenes al cerebro que se reflejan en nuestro cuerpo. Esas constantes físicas son las que realmente nos asustan, empezamos a ver que no somos capaces de respirar, que incluso nos podemos marear o incluso en una crisis de pánico llegas a pensar que vas a tener un ataque al corazón, y todo eso lo han provocado tus pensamientos y emociones, pensamientos que muchas veces no son conscientes, del mismo modo que cuando llevamos años conduciendo no pensamos si vamos a meter esta u otra marcha o a acelerar.

Compartir el artículo

stats