La feria de artesanía y regalos Pontenadal, organizada por el Centro Comercial Urbano Zona Monumental de Pontevedra, cerró ayer sus puertas en esta XVII edición y, como es habitual, en el día previo a Reyes.

En esta ocasión, muchos de la treintena de participantes en la feria reconocen que el volumen de ventas ha sido menor que otros años. Achacan esta bajada en los ingresos, especialmente, al mal tiempo, que comenzó hace unos días y que les afectó en la última semana, la de Reyes.

Desde el puesto "Das miñas mans" de Ponte Caldelas, que lleva participando cinco años en la feria, se asegura que los primeros días siempre son algo más lentos, pero que "a medida que se acerca el Día de Reyes" las ventas aumentan considerablemente. "En esta ocasión coincidió con las lluvias y con que, además, este año la feria ha durado cuatro días menos", dice su responsable.

Del mismo modo opina la encargada del stand de Polyana, que aunque se estrenaba este año, ha compartido puesto con Crisol de abril. "De todos los años, este ha sido de los peores, según me dicen mis compañeros, que repiten", afirma. "Nos dicen continuamente que la crisis ya ha pasado, pero no es así. ¿Pero qué nos cuentan? Si los que estamos en la calle somos nosotros y lo vemos", añade.

"Llevo seis años viniendo, y de todos este ha sido el peor", reconoce, por su parte, la vendedora de Castelo do Sobroso, que también indica que "la lluvia ha marcado mucho la feria".

En lo que también coinciden los vendedores es en afirmar que en esta edición se han mejorado visiblemente las instalaciones de la feria, que ha cambiado la habitual carpa por una estructura cerrada que dotó a los puestos de más luz. "La organización es muy buena", reconoce el vendedor de Leyres.

Sin embargo, y en la misma línea, admiten que les gustaría que se cambiase la ubicación de la feria a un emplazamiento más cercano a la zona comercial de Benito Corbal. En este sentido, proponen la zona de A Ferrería, Praza de España e incluso la calle Sierra, la de la Plaza de Abastos. "La gente hasta aquí no viene. No se enteran de que estamos", se lamentan.